Por respeto al Oviedo

Once años y once días después, el Oviedo regresa a La Catedral. Cuarenta veces ha pisado uno de sus campos de batalla preferidos, la última un 4-0 en contra que no auguró nada bueno. Vuelve a Bilbao diez meses después de fallecer Ángel Cabido, su goleador gallego que en 1945 dio la vuelta, con cuatro tantos en 24 minutos, a un partido que ganaba 2-0 el Athletic de su delantera histórica sin Panizo.

Esa consideración viene al pelo para recordar que la Copa está llena de sobresaltos y que las eliminatorias duran, como mínimo, 180 minutos. De ahí que Marcelo Bielsa no se fíe y alinee hoy a su once base con la orden de echar el resto antes del turrón. Hasta al mermado Amorebieta, con gripe. Saldrán los leones que rugieron ante el Zaragoza, con el cambio obligado del lesionado De Marcos por el capitán Iraola en el lateral derecho.

El filial del Rayo recordó el domingo a Pacheta y sus chicos que la cuesta hacia el ascenso es aún muy empinada. El Oviedo se marcha cuarto a las Navidades y el Athletic también quiere un descanso feliz. Metido en Europa con autoridad y orgulloso del fútbol, que no de los puntos, en la Liga, le falta la guinda de seguir en su torneo preferido. El gol de De Marcos en el Tartiere no le tranquiliza y saldrá a por más.

Premios y fútbol. Pacheta sabe que es una noche para disfrutar, intentar jugar bien, llevarse un grato recuerdo y dejar otro. Para intentar liarla, alineará a sus titulares. Apenas dará oportunidades a quienes no saltaron al campo en la ida. Cambia de portero, entra Dani Barrio por Lledó. Abasolo, socio del Athletic y ex recogepelotas en San Mamés, no podrá cumplir su sueño. Duro golpe.