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REAL MADRID 5 - PONFERRADINA 1 | COPA DEL REY

Una Copa para Callejón

Soberbio partido de Callejón, que marcó dos goles y dio otro. Hasta siete canteranos jugaron ante la Ponferradina. Por fin asomó Sahin, con un tanto y una gran asistencia.

Actualizado a
Una Copa para Callejón
AFP

La eliminatoria de Copa contra la Ponferradina fue una barra libre futbolística para Callejón, quien reclama más minutos a gritos, aunque más exacto sería decir con goles, pero sobre todo con juego y una actitud intachable. Callejón es de esos futbolistas que saben hasta dónde pueden llegar, y no trata de ir más allá, pero también tiene muy claro dónde quiere llegar y está haciendo todo lo posible por alcanzar su meta. Cada minuto que juega es una ocasión aprovechada. Si ya fue el mejor en la ida, también dejó su nombre escrito en la vuelta con dos goles que aderezó con desmarques inteligentes, diagonales siempre dañinas, en definitiva, ofreciéndose continuamente s sus compañeros.

Si la clasificación del Madrid fue una consecuencia de la enorme distancia que separa a los dos equipos, la goleada final fue un castigo excesivo y que no mereció la Ponferradina, que salió al Bernabéu sin importarle el escenario o el rival, dispuesto a jugar, a llevar la iniciativa cuando pudo y que se negó, porque no sabe ni quiere hacerlo, a dar un mal pelotazo. Merecen un gran aplauso por todo ello, por la forma que tuvieron de afrontar e interpretar el encuentro, que para ellos no fue otra cosa que una ocasión para disfrutar del fútbol. Perdieron una eliminatoria en la que se ganaron todo nuestro respeto.

La presencia de Callejón es una bendición para los pasadores, que pueden lucir sus habilidades en ese juego que consiste en encontrar a su compañero a la espalda de los rivales. Lo hizo Özil en la acción de la que nació el primer gol y se volvieron a encontrar en el cuarto tanto del Madrid, cuando un pase del andaluz lo remató a gol Joselu. Lo intentó durante toda la noche también Sahin, más activo y al que no le asustó participar en el juego, involucrarse en el desarrollo del partido. Tanto se animó que marcó de cabeza el segundo tanto del Madrid, en un córner lanzado por Özil. Tan poco ha ofrecido hasta ahora Sahin, que cualquier cosa que haga siempre será mejor que lo visto antes. Tanto lo intentó y tanto buscó a Callejón que terminó por encontrarlo. Fue un excepcional pase en largo que dejó al delantero ante Orlando, al que batió con habilidad.

Quien sigue lejos de hacer méritos para salir del banquillo es Granero, que va malgastando las pocas oportunidades que le concede Mourinho, quien miró esta vez algo más a la cantera. Alineó como titular en el lateral izquierdo a Casado, que cumplió con corrección y sin grandes alardes; le sustituyó en el segundo tiempo por Nacho, al que ya no le es extraño verse con los mayores; concedió casi un cuarto de hora a Joselu, que apenas había pisado el césped cuando celebró su gol; y permitió debutar al joven portero Pacheco, sustituto de Adán en el tramo final del encuentro que no tuvo más historia que esta de los canteranos y la luz que desprende Callejón, salido años atrás también de la cantera. Hasta siete futbolistas formados en la cantera del Madrid pisaron esta vez el césped del Bernabéu. En este caso, lo bueno no sería la acumulación de canteranos, sino la continuidad y hasta ese punto, de momento, no ha llegado el Madrid.

Completó la goleada Varane, autor del tercer tanto y que formó esta vez pareja en el centro de la defensa con Pepe, al que no puede quedarle más extraño el brazalete de capitán. Parece un complemento demasiado ajeno para un personaje tan convulso.

La Ponferradina no pasó inadvertida en el juego y tampoco quiso hacerlo en el marcador, hasta donde llevó un precioso gol. Lo firmó Acorán, que dibujó un eslalon con el que eludió a los pasivos defensas del Madrid para terminar batiendo a Adán con un tiro tan preciso como bello. Es lo menos que podía hacer el fútbol por este equipo.