Neymar es la gran amenaza y a la vez el mayor admirador

Que Neymar es la principal amenaza contra el Barcelona era cosa sabida, lo que nadie esperaba era que el jugador que encarna el mayor peligro contra el Barcelona hiciera una declaración de admiración hacia sus rivales como la que protagonizó ayer.

Neymar se deshizo en elogios hacia el juego del Barcelona, y muy especialmente hacia Puyol y Messi. Del primero dijo que es "un crack". "Lo he visto en los videojuegos y jugar contra él será un honor. Es un gran capitán pero tengo que hacerle sufrir un poco, me encantará darle la mano y me gustaría cambiarme la camiseta con él".

Sobre Messi fue más allá: "El partido no será un duelo Messi-Neymar es entre dos equipos que podemos hacer historia. No es un secreto que Messi me influye, pero no sólo él; hay muchos: Ronaldinho, Ronaldo, Robinho pero lo que hace Messi es impresionante. Es el número uno. No me importa decir que algunas jugadas sí se las copio. La única vez que me enfrenté a él fue con la selección. Demostró por qué es el número uno". Su relación con el Barça es tal que reconoció que "Alves, que es un buen amigo, vino a vernos ayer a la concentración. Bromeamos y quedamos en que la amistad se quedará fuera del campo".

Los elogios de Neymar al juego del Barcelona fueron constantes. Para el joven brasileño jugar hoy es "un sueño hecho realidad. Vine para esta final. No he soñado con el partido porque el sueño, que era jugar este partido contra el equipo más grande del mundo, se ha cumplido. Quiero ganar, mi sueño más grande es ganar el título".

A pesar de estos elogios, el jugador no se mojó por si algún día podría verse de azulgrana. "Hice buena elección al quedarme en el Santos por eso estoy feliz de disputar esta final. Estoy muy contento. Muchos equipos se interesan por mí y eso me hace sentir muy orgulloso. Es verdad que Barça y Madrid se interesaron. El futuro depende de Dios".

Cuando le preguntaron por las palabras de Fàbregas, que había dicho que "si no tienen la pelota no habrá Neymar", replicó que "no tocar la pelota en todo el partido es difícil".