"Muñoz dijo: 'Marañón, entre por Gento'. Casi se me caen los calzones"

Me decía usted que es doctor, que no médico.

Soy doctor en Arquitectura, y profesor en la Universidad, algo de lo que estoy muy orgulloso porque la pierna izquierda me la dio Dios, pero esto me lo he ganado con mi esfuerzo.

Creo que incluso tiene parte de culpa en la autoría de la Ciudad Deportiva del Espanyol y del estadio de Cornellá.

La Ciudad Deportiva sí es un proyecto que presentamos y en el estadio acudimos al concurso, pero no lo ganamos. Aunque luego ayudé en algunas cosas.

Le abordo porque ostenta la mejor racha de penaltis transformados en la Liga por un jugador nacional (23).

Lo leí el otro día y me sorprendió. Me congratula porque estoy igualado a gente que admiré como Kubala e incluso por encima de jugadores en los que me fijé como Puskas. No coincidí con él en el primer equipo porque yo estaba en el amateur, pero veía cómo los ensayaba y hablaba con él como lo hace un alumno con un profesor.

¿Consideraciones al respecto de los penaltis?

Depende de la circunstancia en la que se tira. No es igual en el último minuto que en el 25 o cuando te juegas la Copa de Europa o el descenso. Siempre pienso en Djukic.

¿Las claves del penalti?

Los zurdos tenemos más posibilidades porque para los porteros es más difícil localizar la expresión, atisbar una pista. Luego están los nervios. Yo era nervioso y a otros, como a Rexach, parecía que le daba igual. Falló uno en la final de una Recopa, pero luego lo compensó con un gol. Yo era preciso y disparaba al ángulo muerto. A la barra de hierro de atrás del palo, raso, fuerte. Empeine frontal y algo lateral.

¿Paradinha?

No. La carrerilla es clave. De 4 ó 5 metros. Ni paradinha ni a un metro del balón. Esos cuatro o cinco metros de carrera son la muerte para el portero porque acrecentan sus dudas. Y si lo haces a un metro o con paradinha, si te acierta el lado no hay margen para cambiar.

¿Los fallan los delanteros o los paran los porteros?

Pues ambas cosas. Hay penaltis que fallan los delanteros y penaltis bien tirados que para el portero. En un penalti el premio no está en conjunción con las alternativas. Es parar o fallar. Héroe o villano.

¿Recuerda cómo empezó y acabó su racha?

Con Iríbar y con el zaragocista Zubeldia. Mi primer penalti lo tiré en Sarriá ante el Athletic en el minuto 92. Pitó el árbitro y ningún compañero quiso lanzarlo, así que Santamaría me dijo, "Marañón, usted". Estaba Iríbar de portero, lo tiré y ganamos.

¿Rehuía a algún portero?

A Esnaola y Arconada les tenía pánico. El bético me paró uno después de que le marcase y me lo hicieran repetir.

Usted comenzó en el Oberena. ¿Es cierto que en una semana pasó de tenerlo hecho con Osasuna a ir al Madrid?

Jugaba en el Oberena, con 17 años. Me llamó Osasuna un martes para firmar y debutar en Riazor ese domingo, pero no arreglaron con mi padre. Jugué el domingo, ganamos al Alavés 4-3, metí dos goles y al martes siguiente me fichó el Madrid.

Pero estuvo cedido...

Estaba más verde que un laurel y pensaron cederme al Rayo, pero primero fui al Onteniente y luego a Gijón. Un Sporting con Quini, Castro, Puente, Ferrero... Jugaba arriba con Quini. Yo con el 9 y El Brujo el 8. Ascendimos sin bajar del autobús y fuimos los dos máximos goleadores de la categoría. Allí marqué el primero gol de un partido televisado en 2ª. Ante Osasuna.

Al subir definitivamente al Real Madrid, ya no estaba Puskas, ¿no?

Puskas no, estaba Gento, otro gran tirador de penaltis que le pegaba duro y preciso. Era más técnico que Puskas, con quien fragüé una buena relación. Recuerdo un viaje a Granada, en un partido de jueves. Los lesionados venían para coger ritmo. Hablamos de cómo tirar los penaltis. Luego volvimos a coincidir más en el Chiquifrú. Le recordé una anécdota que me ocurrió con él. El Madrid jugaba en Pamplona y viajaba en tren. Pararon en Olite, mi pueblo, fui a la estación y subí al tren para pedirle un autógrafo. Me dijo "¡Quita, quita que nos vamos!". Nos reímos recordándolo. Era una gran persona, como Günter.

¿Günter Netzer?

Me decía: "Ven hacia mí y luego lanza un desmarque de ruptura que yo te la pongo". Aunque un día casi me mata. Nos pitaron una falta en el Calderón y me dice: "Pasa por encima". Y voy y chutó. Dio en el larguero, pero me llevé una bronca... Éramos muy amigos.

¿Y con Bernabéu?

Tenía buena relación. En un entrenamiento con la Selección, ya en el Español, me dijo: "Marañón su comportamiento en el Real Madrid ha sido ejemplar". Incluso me mandó dos cartas de su puño y letra que tengo guardadas. Jugar en el Madrid fue un privilegio. De joven eres inconformista, pero entendí que cada oportunidad era un lujo porque jugaba con Pirri, Gento, Amancio, Velázquez... Además, Muñoz sostenía que si poniendo a los buenos ganaba, ¿para qué embarcarme en aventuras?

¿Cuándo debutó?

En San Sebastián. Al descanso, Muñoz dijo: "Marañón, entre por Gento". Casi se me caen los calzones. Luego fui titular ante el Sporting de Gijón, empatamos y regresé al banquillo.

¿Y Europa?

La primera pelota que toqué, le pegué a puerta según venía. Era más chupón que Ronaldo. Recuerdo que Muñoz me ponía a calentar a los porteros para asustar a los rivales. Como le atizaba duro decían: "Vaya pólvora que tienen estos arriba si ese entrena a los porteros".

¿Algún partido especial?

La semifinal ante el Ajax de Cruyff. Perdimos 2-1 allá, pero se nos apareció la Virgen y San García Remón. Salimos vivos y en el Bernabéu perdimos 0-1. ¡Equipazo! Tengo la camiseta de Muhren, que fue al Betis.

También acudió al Mundial de Argentina en el 78.

Del Español fuimos Urruti, q.e.p.d., y yo. Los únicos que no jugamos. Kubala había planificado que jugasen los titulares con Austria y Suecia y los suplentes ante Brasil. Pero al ocurrir lo que pasó con Austria, nos quedamos sin jugar. Años después supe que ante Suecia Quini le pidió a Kubala quedarse fuera para que me vistiera y el seleccionador le dijo que no. Nunca olvidaré ese gesto.

Estuve en julio en La Martona con Rubén Cano...

¡Qué desastre! Para recibir visitas nos desplazaban cinco kilómetros acompañados de militares. ¡Como un campo de concentración! Mis tíos nos traían perolas de merluza porque comíamos pasta y carne.

Fue a la selección con el Español y no con el Madrid.

Había pocos partidos y solía ir gente del Madrid y del Barcelona. Viajé con la Selección 25 veces, pero jugué cuatro veces.

La época del Español fue su etapa más recordada.

Estuve nueve temporadas y media y debuté en el Carranza ante el Santos de Pelé. Le ganamos 2-0 y Molinos le hizo un marcaje impresionante. Era una anguila, sin una patada. Cómo sería que al final Pelé entró al vestuario para regalar a Molinos su camiseta.

Como perico triunfó.

Marqué 101 goles, 33 de cabeza pese a mi 1,73. El juego aéreo es coordinación y anticipación. Santillana es el ejemplo. Iba a ser pichichi, pero Kempes me lo quitó en la última jornada. ¡Ojo, Kempes!

¿Y lo del Sabadell?

Acabé allí formando dupla en ataque con Manolo, que luego goleó en el Atlético. Subimos de 2ªB a Primera. Bonita etapa.

Me dicen que es usted del bando de los mouriñistas.

Erró en el planteamiento del Clásico, pero me gusta, aunque hay cosas... Clemente ya hacía esto y le reían la gracia.

¿Y Guardiola?

Ha dotado al equipo de personalidad futbolística, como Miguel Muñoz al Madrid. Pero hay cosas de él que no me gustan.

¿Cristiano? ¿Messi?

A Cristiano su carácter le genera malas pasadas, ansiedad ante el gol. Y a Messi, como le dijo Gentile, hay que marcarlo al hombre, pero con un medio como Lass. Pero a mí quien me gusta es Raúl. Me extraña que alguien no le admire porque es el Vademecum del fútbol.

¿El último fichaje familiar?

¿El nieto? Fantástico. Tiene nombre de zar, Nicolás, y piernas de futbolista.

¿Habrá pedido por Reyes 'Un partido de leyenda', el último libro de su hijo Carlos?

Me lo traen seguro. Ese sí que tiene una entrevista.

Me lo apunto.