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Europa League | Atlético 3 - Rennes 1

El liderato no calla a la grada

El Atleti ganó al Rennes y acabó primero. Cánticos constantes contra Gil Marín y Manzano. Marcaron Falcao (penalti), Domínguez y Arda. Diego, el mejor

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<b>DEDICATORIA. </b>Falcao eleva un brazo mirando al cielo para dedicar el primer gol. Koke y Diego festejaron el tanto con el colombiano.
DEDICATORIA. Falcao eleva un brazo mirando al cielo para dedicar el primer gol. Koke y Diego festejaron el tanto con el colombiano.

Eran pocos, pero estaban enfadados. Muy enfadados. Los 13.000 valientes aficionados que acudieron al Manzanares, pese al frío, el rival y la situación no estaban dispuestos a que nada, ni siquiera esta funcionarial victoria que da al Atleti el liderato en la primera fase de la Europa League, les desviara de su objetivo: expresar su indignación con la situación del club de sus amores, su hartazgo con este vodevil eterno. Tras cada gol, la grada miró al palco. Y no para sonreír, sino para exigirle a Gil Marín que abandone el Calderón. Con 2-0 ya en el marcador, Manzano sacó por vez primera la cabeza del parapeto del banquillo para dar instrucciones a Miranda. Le estaban esperando para pedirle lo mismo que al consejero delegado: que se vaya. Así está el patio.

No ayudó el equipo a calmar los ánimos con una primera media hora al más puro estilo Albacete. Si el de anoche es el magnífico juego en casa al que se refería Manzano en la previa, la RAE va a tener que revisar su definición de la palabra y convertir 'magnífico' en sinónimo de 'paupérrimo'. El Rennes salió con el equipo reserva, un grupo de atletas justitos de fútbol, pero a base de intensidad y velocidad, (interés, dirá alguno) se comió al Atleti. Avisó Tettey con una volea desviada y golpeó Mavinga con un cabezazo a bocajarro que, milagrosamente, golpeó en el larguero con Asenjo, titular por sorpresa, ya batido. Milagrito.

Una vez más, el Atleti era un equipo partido. Cuando el balón llegaba a sus cuatro estupendos atacantes (Diego, Arda, Adrián y Falcao) creaba peligro, pero les llegaba poco y mal. Por más que Manzano dijera en verano que tenía unos "supercentrocampistas", el Atleti es víctima de sus mediocentros. Assunçao es un profesional eficiente y limitado, aprovechable y complementario. Da lo que da. En cuanto a Koke, su tercera titularidad en cuatro partidos volvió a ser decepcionante: no es peor que quienes le tapan, pero tampoco pide paso a gritos. A su favor, la edad, que no es poca cosa, pero no se promociona como solución.

Así, sin mucha oposición, el Rennes controlaba hasta que Diego, sensacional cada vez que agarró la pelota, inventó un magnífico pase a Adrián y éste agradeció la pardillada de Mandjeck, que le derribó cuando no iba a ninguna parte. Falcao transformó el penalti (minuto 38). Y antes del descanso, Diego sacó una falta, Domínguez se elevó con grandeza, cabeceó y Diallo decidió mirar en vez de tirarse y estropear el cuadro. 2-0 y asunto resuelto.

Portero. La segunda parte fue más de lo mismo. Bostezaba el Atleti, dominaba el Rennes, clamaba la grada. Al menos sirvió para que Asenjo tuviera, al fin, una noche feliz en el Manzanares, con tres paradas de mérito ante Brahimi, Tettey y Foulquier. Eso estuvo bien, lo de quitar a Courtois el día después de su primer mal partido en toda la temporada es más discutible.

Otros dos goles aliviaron algo el sopor que sólo rompían los detallazos de Diego. El de Arda fue de mérito por su maniobra para romper a Apam y su disparo. El de Mandjeck, algo absurdo por cómo Filipe Luis dejó de mercarle a mitad de córner. Daba ya igual. El Atleti evita al City de Kun y al United de De Gea, pero no la justa ira de su afición.