Garrido desea hacer de la Copa un sueño y no una molestia

Si el Villarreal fuera el de otras temporadas, si no hubiera entrado en barrena en la Liga (además de su horrible papel en Champions) y si el Mirandés no fuera el conjunto más potente de Segunda B, no habría motivo para que Garrido se preocupara. Pero todos esos astros se han conjuntado en el firmamento amarillo, así que el Submarino saltará al césped de Anduva con los cinco sentidos puestos en el partido. Al menos es lo que les conviene a los castellonenses, que no están para relajaciones. Su adversario no invita a ello: con seis tantos encajados, es el menos goleado de las tres categorías nacionales y, de estos 122 equipos, también es el único que no conoce la derrota.

El técnico amarillo no se fía y, aunque ha dado descanso a Gonzalo, De Guzmán, Senna, Cani y Ruben, pondrá en liza un once titular reconocible. Y es que, aunque la lógica no dicta que el Villarreal pueda caer, la Copa es la árnica para las heridas del conjunto de El Madrigal y, por ello, no quieren desparramar todas las ilusiones a las primeras de cambio. Porque, si hay algún equipo capaz de protagonizar un sonoro tropiezo en estos momentos, si se descuida, ése es el amarillo.

Ilusión local.

El Mirandés va para los 85 años de historia, pero 73 los ha pasado en Tercera. Eso sí, está en su mejor momento histórico pues la pasada campaña a punto estuvo de ascender a Segunda pero cayó en la eliminatoria definitiva frente al Guadalajara. Ahora es el líder destacado del grupo II de Segunda B. Su mayor peligro es su pareja de atacantes, formada por Pablo y Alaín Arroyo, que suma 16 goles en Liga entre los dos.

Los cuartos de final siguen siendo el techo amarillo

El Villarreal, tras un desilusionante arranque liguero y continental, quiere cambiar su suerte en el torneo del KO, una Copa que nunca han ocultado que se marcan como objetivo. Sin embargo, lo más lejos que ha llegado el Submarino en esta competición ha sido a los cuartos de final, en cuatro ocasiones. La última vez, la pasada campaña, cuando cayó en esta ronda frente al Sevilla, después de la inolvidable serie de octavos ante el Valencia. En 2007-08, el encargado de apearlos de cuartos fue el Barcelona; en la 2001-02, el verdugo fue el Athletic; y, la primera vez, en la 93-94, el Valencia.