Liga BBVA | Athletic
Urrutia y Amorrortu se vuelcan con Llorente
Hay complicidad con el jugador y su hermano, a la vez representante.
El cariño importa. Lo dicen los manuales de inteligencia emocional y se siente en cualquier aspecto de la vida. También en el trabajo. Y más si el implicado es un futbolista de prestigio, con fama, dinero y posibilidades de negocio en cualquier otro lugar del mundo. Es lo que ocurre con Fernando Llorente, con el que el Athletic negocia la renovación de un contrato que finaliza en junio de 2013. Hay tiempo todavía para alcanzar un acuerdo, pero en el club entienden que dilatarlo no sería beneficioso, porque hay muchos clubes esperando al otro lado del escaparate.
Llorente, a través de su hermano Chus, y el Athletic negocian desde la pasada temporada, cuando Fernando García Macua trató de asegurarse su OK antes de las elecciones, pero el futbolista entendió el órdago y lanzó unas pretensiones de difícil aceptación.
El cambio de directiva le ha puesto en un nuevo escenario y la negociación es ahora cosa de Josu Urrutia. Y junto al presidente está José María Amorrortu, director deportivo del conjunto rojiblanco y con gran influencia sobre el delantero, al que reclutó desde Rincón de Soto cuando todavía era alevín. Le dio el cariño que necesitaba, alojándole sus primeros años en el Athletic en el seno de una familia de Las Arenas, a la que el campeón del mundo sigue muy unido.
La balanza. La familia de Llorente dejó marchar a un niño y ahora ha recogido una estrella, que en este negocio futbolístico también tiene mucho de filón económico. Es un primer espada del continente y son muchos los clubes que estarían dispuesto a doblar lo que cobra en el Athletic para llevárselo en el mejor tramo de su carrera.
El Athletic, consciente de que no podrá igualar las ofertas que seguro le llegarán desde otras Ligas, quiere dejarle claro que no va a tener mejor sitio que Bilbao para continuar su carrera. Le ofrecen dinero (cerca de cuatro millones por temporada, que pese a ser una cantidad tremenda está lejos de lo que conseguiría si se pone en el mercado); bienes intangibles (reconocimiento, fidelidad, el nuevo San Mamés...) y cariño, mucho cariño.
Llorente presentó ayer una campaña solidaria de Save the Children de la que es protagonista y media junta y el director deportivo estuvieron a su lado. En un acto sin gran concentración de invitados, el Athletic quiso volcarse con su mejor delantero con una representación institucional de primer nivel. Allí estuvieron el presidente Josu Urrutia, que llegó el último para librarse de la incomodidad de fotos artificiales en el photocall, el vicepresidente Alberto Uribe-Echevarria, los directivos Jokin Garatea, Ramón Alkorta y Borja López; el director deportivo José María Amorrortu, y Manolo Delgado Meco.
La imagen de las primeras filas, con los rectores del club rojiblanco, debió dejar más que satisfecho a los Llorente. Poco antes de empezar el acto, Chus, el hermano y representante, rehusó sentarse. Parecía inquieto junto a la puerta de entrada al salón Elcano, que es donde se celebró la presentación. Su gesto cambió cuando por la puerta apareció Josu Urrutia, con un ligero retraso. Chus saludó al presidente y le invitó a sentarse en la primera fila, justo frente a los ojos de Fernando. Los hermanos Llorente tienen bien claro que no les faltará cariño y apoyo en sus causas.