Más de dos mil personas recibieron al Real Madrid en el aeropuerto de León y otras mil en el hotel Celuisma de Ponferrada, a su llegada a la ciudad donde mañana debutará esta temporada en la Copa del Rey. Algunos aficionados esperaron a la puerta del alojamiento, situado a unos quinientos metros del estadio de El Toralín, desde las seis de la tarde bajo un frío muy intenso. El equipo llegó a las nueve.
El comportamiento de los jugadores fue frío. Sólo Mourinho se detuvo a firmar un autógrafo. El resto cruzó con rapidez el pasillo de seguridad de 50 metros que separaba el autobús del hall.