Fútbol en un volcán

El derrumbe deportivo e institucional del Real Zaragoza no ve su fin, amparado en esa Ley de Murphy según la cual todo lo que va mal es susceptible de empeorar. Aguirre dirige al colista (un punto de los últimos 21). Agapito Iglesias asomará en el palco tras revelar AS su última lindeza: ha convertido el objeto social de dos de sus sociedades para la representación de futbolistas. La Romareda es un volcán dormido, quizás despierte hoy...

En estas circunstancias se juega un partido de fútbol. Similar, por cierto, al de la temporada pasada. En la jornada 10ª, el Zaragoza de Gay no había ganado ningún partido y era último. En una tarde ciclotímica, ardiente y corajuda, Gabi firmó la victoria (3-2) de penalti en el minuto 94, remontando el 0-1 de Webó y el 1-2 de Pereira. Un año después, con Aguirre, en el banquillo, la realidad se repite. O quizá ha empeorado. Es la Era Agapito, que tiene al Real Zaragoza sometido al día de la marmota y a aquella Ley de Murphy...

Caparrós espera proseguir con su táctica de la hormiguita (una victoria y cinco empates en ocho partidos), basándose en la sobriedad defensiva, el esfuerzo colectivo y la velocidad de Nsue y Pereira para el ataque relámpago. Hemed por Álvaro, único cambio esperado. El reto: volver a ganar fuera de casa nueve meses después. Aguirre recupera a sus laterales titulares, pero repetirá con Zuculini y Abraham. Y Pintér de central. Juan Carlos, por Lafita, será la única novedad. Micael, Luis García y Postiga deben tirar de galones, aunque no sea fácil jugar sobre un volcán.