El Villarreal se juega la honrilla y 800.000 euros

Cuando un equipo está muy tocado psicológicamente, como el Villarreal por todas las circunstancias desafortunadas que ha vivido en lo que llevamos de temporada, hacer entender a un futbolista que una victoria le hará ganar a su club 800.000 euros es harto complicado. Para los de carne y hueso, los que tienen que aguantar durante 90 minutos las embestidas de un pura sangre como el Nápoles, ya sólo cuenta poner en juego la honra. Por dos motivos: porque los de Garrido todavía no han sumado ni un punto en la fase de grupos de la Champions y no quieren rubricar la peor participación en el torneo de un conjunto español; y porque, además, desde Manchester se ha puesto en duda que los amarillos lo den todo al no tener opciones de pasar.

El conjunto que dirige Mazzarri no quiere perder el tiempo en elucubraciones porque necesita ganar. Aventaja en un punto al City que, si consigue derrotar en feudo propio al Bayern, se clasificará si el Nápoles no vence en Vila-real. Por ello, los transalpinos irán a por todas y contarán con su tridente de figuras al completo: Lavezzi, Hamsik y Cavani, bien escoltados por Inler. El primero de ellos volvió loca a la zaga española en San Paolo y poca novedad se puede decir del delantero uruguayo.

En cuanto al Villarreal, Garrido podría reservar a futbolistas como Camuñas o Zapata (Cani está tocado) para la Liga, donde se juegan las habichuelas.