El carrusel

EL PERSONAJE: DI MARÍA: las argucias de La Perdriel

"Nacer en La Perdriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida", reza el tatuaje que Di María exhibe en su brazo izquierdo. Esa calle, para él, es como un dogma de fe. En el barrio de Churrasco aprendió las cosas de la vida, la conducta callejera, la de pícaros y supervivientes, la de depredadores y presas. Esa misma que exhibe en su fútbol, siempre furtivo, como si sus regates y fintas fueran ingeniosos trucos para deshacerse de la autoridad. En El Molinón exhibió un manual de travesuras, como su definición en el 0-1. Argucias sólo conocidas por sus amigos Álex, Nico, Diego, Mauri, Jeremías o Bryan. O por su mujer Jorgelina, a la que volvió a dedicar su gol. Ellos sí pisaron La Perdriel.

CEDIDOS EN GRANADA Y EN LOS CÁRMENES

El Granada está sabiendo moverse con criterio en su regreso, 35 años después, a Primera División. La fórmula que ha escogido ya hizo triunfar a anteriores equipos noveles. Se trata de poblar la plantilla de futbolistas cedidos, descartes de clubes importantes que de otra manera jamás vestirían la camiseta granadina. Nyom, Ighalo, Romero, Benítez y Geijo (Udinese), Martins, Jara y Julio César (Benfica) y Uche (Villarreal) pueblan el cuadro de Fabri de internacionales deseosos de reivindicarse. Y eso es mucho. Con una estrategia similar comenzaron los proyectos de Deportivo, Villarreal o Getafe. Sin medios, pero con nombres propios. Como el Granada.

LOS MILAGROS GUÍAN LATÁCTICA DE MONTANIER

Volvió a suceder. Otra vez. Como la semana pasada ante el Betis. Como el día en que Íñigo Martínez marcó de nuevo desde el centro del campo. La Real encontró una fundamental victoria frente al Málaga en los últimos minutos, en el aliento final, cuando sólo los milagros hacen su efecto. En realidad, la táctica de Montanier está más cerca de lo sobrenatural que de lo real. Sólo así se explican algunos sucesos. Le ocurrió en el Boulogne, su primer club, con el que ascendió desde regional a primera en tan sólo cinco años. Y volvió a repetirlo ayer. Cuando el fútbol no alcanza, la suerte ayuda. Y la flor de Montanier ya tiene su fama ganada. El milagro como táctica, decían.

ASENJO: EL RESERVA BUSCA SU ESPACIO

La condición de suplente es diferente en porteros que en jugadores de campo. Quien arrastra esta etiqueta entre los guardametas tiene muy difícil variar su estatus, por mucho que se esfuerce en los entrenamientos. No es lo mismo hacer un cambio en otra línea que en la portería. Sólo las lesiones o las sanciones de los titulares permiten que se abran de par en par las puertas de la alineación. Ayer sucedió con Asenjo. El palentino volvió al Calderón aprovechando la baja de Courtois y recordó con buenas paradas que se trata de un excelente arquero. Y es que la mala suerte se ha cebado con él desde que llegara al club. Una grave lesión de rodilla le hizo desaparecer del mapa y tampoco varió esta tendencia cuando se marchó cedido al Málaga.

Así, poco a poco se instaló en el ostracismo. Pero, a sus 22 años y con las cualidades que posee, la pregunta es clara. ¿Debe el Atlético apostar por un cedido sin opción de compra como Courtois o hacerlo por Sergio, que le pertenece? Sólo los valientes tendrían respuesta. Sólo ellos.

EL TALENTO PURO QUE DESCUBRIÓ EL ALCALDE DEL PUEBLO

Alexis Sánchez comienza a encajar en los esquemas del Barça. Guardiola es el primer complacido, después de una mala racha de fichajes personales: Chygrynskiy, Cáceres, Hleb, Ibrahimovic... Al chileno le ha costado encontrar su hábitat y tampoco le ha ayudado una inoportuna lesión producida en Anoeta. Pero la continuidad y la sucesión de partidos presentan al mejor Alexis, ese que ha superado historias personales de todo tipo. Una de ellas nos traslada a Tocopilla, al norte de Chile, el pueblo donde nació. Fue el alcalde el que con 15 años lo descubrió jugando en su humilde barrio y le regaló un par de botas para que prosperara. A partir de ahí nació su leyenda, la que ahora le convierte en titular del Barça. Y el alcalde-ojeador, mientras, tan contento...

SOLDADO Y EL EMPEÑO DE LA GENTE TRIUNFADORA

A Soldado no le gusta comentar los partidos con su mujer Rocío cuando llega a casa. Simplemente se dedica a disfrutar de sus dos hijos sin darle vueltas a lo ocurrido. Seguro que el sábado, cuando cerró los ojos en soledad, reparó en su nueva aportación decisiva para el Valencia. El delantero llama a las puertas de la Selección con un esfuerzo infatigable, el mismo que le hizo probar suerte en el Madrid con sólo 14 años. En el Bernabéu no encontró un hueco, pero su perseverancia se disparó en Osasuna y Getafe. Ya lo dijo el escritor Ralph W. Emerson en el siglo XIX: "Sólo triunfan aquellos que creen poder hacerlo". Soldado lo cree. Y esa constancia merece la Eurocopa.

LEALTAD: ESA CATEGORÍA ANTICUADA DEL FÚTBOL

El fútbol actual se ha entregado al negocio y los representantes, a las comisiones y los traspasos. No hay lugar para la lealtad a unos colores. A un escudo. Extraña y asombra por ello el caso del osasunista Puñal, que ayer se convirtió en el jugador rojillo de la historia con más partidos en Primera (351) superando a Castañeda. Nacido en Huarte, un pueblo cercano a Pamplona, su padre le llevó desde niño a ver los partidos de Osasuna en El Sadar. Esa influencia, ese sentimiento, marcó su vida. Y más al acumular 14 temporadas en el club, sólo salpicadas por año y medio de cesión en el Leganés. Un ejemplo atípico. Un amor infrecuente al equipo de siempre. A Osasuna, claro.

RESCATANDO A ÁLVARO DE TERCERA DIVISIÓN

El joven Álvaro Giménez, de 20 años, se estrenó como goleador de Primera en su cuarto partido con el Mallorca. Ni siquiera él mismo imaginó que sería con el cuadro bermellón con el que alcanzaría semejante sueño. Anteriormente estuvo en las canteras de Elche y Valencia e incluso la temporada pasada militó cedido en el modesto Torrellano, en Tercera División. Pero una buena recomendación el pasado verano del agente Sergio Barila a Pep Sanso, técnico de confianza de Serra Ferrer, permitió que el cuadro bermellón le siguiera. Y sólo necesitó verle jugar 45 minutos para contratarlo. Ayer, ya en la élite, demostró el porqué: sus goles también encajan en Primera División.