Otro derbi, mismas dudas

Cualquier lector de tebeos conoce dos verdades absolutas: el superhéroe que muere no dura mucho en la tumba y el villano rehabilitado siempre vuelve a las andadas. Este Atleti cumple ambas máximas: cada vez que huele a cadáver, resucita; cuando parece en el camino correcto, la lía. No falla. Así, aún no se sabe si es carne o pescado. El Rayo, hoy, y Espanyol y Betis, las dos próximas jornadas, desvelarán su verdadera personalidad: si de esta etapa sale en la tierra de nadie es porque no es nadie.

El Rayo no tiene esos problemas de identidad. Está claro qué es: un equipo que corteja como George Clooney y culmina como un adolescente, pero ni se rinde ni cambia ni baja el listón, de Natalie Portman a la cervatilla coja, cuando recibe un mazazo. Esa valentía suele tener premio al final y garantiza el aplauso durante el camino. Por eso, Sandoval se ha ganado el margen de confianza del que Manzano carece.

El funambulista jiennense se mantiene en el alambre, no se sabe si por abundancia de fe o carencia de dinero por parte del club, pero se acercan las fiestas y hoy será el señor Scrooge­. En el Manzanares se juntarán su fantasma de las Navidades pasadas (Movilla, al que dio por acabado hace 8 años y aquí sigue, hecho un chaval de 36), de las presentes (Reyes, con pie y medio en Turquía) y, a este paso, de las futuras (Koke, si el técnico insiste en olvidarle pese a que Gabi y Tiago ni están ni se les espera). En cada caso, el Calderón se ha posicionado del lado del futbolista. Peligrosa matinal para Manzano, pues.

Ausencias. Como dificultad extra, al Atleti le faltan dos pilares (Arda y Courtois, sancionados) y es duda otro (Adrián, todavía débil tras una gastroenteritis, decidirá a última hora). A cambio, Falcao vuelve al once. En el Rayo, Michu, futbolista grande; Tamudo, viejo verdugo rojiblanco, y el fulgurante Lass, no auguran una mañana plácida para Asenjo en este derbi de perfil bajo y trascendencia alta.

Adrián está dos kilos por debajo de su peso y hoy deciden si juega

Adrián volvió ayer a entrenarse tras haber superado la gastroenteritis por la que tuvo que ser ingresado. El asturiano, que ya se encontraba mal durante el partido ante el Celtic, fue dado de alta el viernes. El punta perdió dos kilos durante la convalecencia, será duda hasta el final y los médicos tendrán que valorar cómo evoluciona en las horas previas al duelo. Adrián, en declaraciones a Onda Madrid, fue positivo: "Me encuentro mucho mejor. Voy a hacer todo lo posible para jugar". Manzano ha citado a 19 jugadores, por si acaso no llega a tiempo.