Liga BBVA | Mallorca 2 - Racing 1
'Jokin' se estrena, Cúper se inmola
El técnico del Mallorca, por fin, gana. Torrejón, sin querer, y Víctor, goleadores locales. Ariel dio emoción. El Racing se hunde; su técnico agoniza
El Mallorca resucita y el Racing luce un luto riguroso. Caparrós se estrena en la isla y Cúper suplica, sin quererlo pero con datos, que otro salve al Racing. Era un partido vital al tratarse de un duelo directo y no se podía esperar más que consecuencias extremas. Y el resultado no pudo ser más justo al nombrar héroes y víctimas. Una entrega de premios derivada por dos formas de salir de la crisis: la de que un técnico, el local, que ha logrado reflotar a su equipo por saber exprimir lo poco que tiene entre manos y mirar hacia adelante; mientras otro, el adversario, desperdicia su última bala moral recetando más de lo mismo ante la adversidad: racanería, acumulación en la cueva y ataque sin plan y a la desesperada.
Nsue se llevó el mejor de los galardones. Fue el encargado de romper el tedio y la igualdad reinante hasta su salida. Y lo hizo de forma accidental y decisiva. Comenzó de suplente, pero una lesión de Castro le dio la alternativa. Y no la desaprovechó. Le bastó con los minutos que restaban hasta el descanso para agitar el partido, romper la solidez del Racing en defensa, volver loco a Francis y provocar el primer gol en el último suspiro. Torrejón se adelantó a Hemed en el remate y marcó en propia puerta, como Álvaro lo había hecho desafortunadamente sólo una jornada antes. Hasta entonces no hubo más aportación que la del miedo y el respeto, pero a partir de ahí el Mallorca pudo dejar una huella imborrable en el Racing. Le faltó acierto y último pase pero superó al rival apoyado en los pulmones de Pina y Martí y en su clara apuesta por recorrer las bandas.
A pesar del resultado cosechado en el último suspiro antes del refresco, el Mallorca buscó más el segundo tanto de la sentencia que el Racing el del empate. Un gesto con el que se resume la filosofía que inculca cada entrenador. La valentía de Caparrós tuvo premio en el remate de Víctor a bocajarro y pudo convalidarse, a ratos, por un resultado más abultado. El Racing no sólo era un juguete desde el minuto 58 al 74. No tenía pilas y demostró estar demasiado usado. La defensa estuvo descoordinada y lenta como nunca, y no señalen a Bernardo, a Luque le faltó la mordiente de siempre, a Adrián peso y responsabilidad y a la delantera lo de siempre. Aparte de su distanciamiento con el gol, sigue sin saber asociarse, no aportó desmarque, le falta velocidad y ni siquiera se muestra como un punto de referencia al que por lo menos despejar balones en busca de fortuna.
Sin respuesta. Cúper reaccionó metiendo a Ariel, que fue el que marcó de cabeza en un estrepitoso fallo defensivo del Mallorca. Pero el cambio lo hizo sustituyendo a otro nueve. Stuani había hecho al menos lo mínimo que se le exige: fijar a sus rivales, estar en el área pendiente y forzar faltas. Pero no coló. Su cambió fue un mensaje. Antes, el técnico había castigado con la grada a Koné, cuando la culpa de su aportación como alternativa en vez de como un pilar, no fue del marfileño. Y, además, hizo calentar a Colsa los mismos minutos que él tardó en atreverse a probar algo nuevo. Así, con tanto y tardío riesgo, el Racing sólo tiró otra vez más. Al final. La segunda de todo el encuentro. Fue Torrejón, a la salida de un córner, pero Aouate sacó una mano que da dos puntos al Mallorca para que se aleje del peligro y hunda a un contrincante.
A pesar de que Cúper salió de Mallorca como en su última visita, de colista, seguirá en el cargo hasta que desee. No hay dinero ni directiva para despedirle y viendo su tozudez para entender que se gana arriesgando, se hace impensable que arroje la toalla, abra la puerta al aire nuevo y la esperanza. Él, como el resto de racinguistas, espera (y acelerará) el regreso de Acosta y Kennedy para salvarse. Pero habrá que ver si la grada es tan paciente. Se espera una semana tensa en Cantabria. Otra. Y por desgracia no va a ser la última.
El detalle: seguirá hasta que él quiera
Cúper sólo ha ganado un partido de 13 con el Racing pero el club cántabro, en pleno concurso, no dispone de dinero para despedirle y pagarle una indemnización, ni hay en estos momentos nadie autorizado para tomar esa decisión. Para que haya un relevo en el banquillo, los administradores sólo conciben a estas horas que el argentino dimita.