Bielsa elude los elogios y eleva al máximo el nivel de exigencia

La lluvia de felicitaciones que ha acompañado al Athletic después de su victoria en el Pizjuán, donde hacía dieciocho años que los leones no volvían con buena cara, es una circunstancia que no va con Bielsa. El técnico rojiblanco, consciente de que el trabajo y la insistencia han sido la vía que ha llevado al equipo a esta fenomenal racha de once partidos consecutivos sin perder, se mantiene fiel a su patrón. Huye del narcisismo y de la gratificación para concentrarse en la mejora del quehacer diario. No es que sea impermeable a lo que sucede a su alrededor, pero tiene la teoría de que todo es mejorable y que su labor es conseguirlo.

Un buen ejemplo de ello se dio al término del entrenamiento de ayer, una vez que los jugadores ya se encontraban en el vestuario.

Bielsa llevaba tiempo reflexionando sobre el último ejercicio y buscando una optimización de ese circuito de picas, cintas y muñecos de plástico en que convierte cada día el campo de entrenamiento. El técnico dio varias vueltas alrededor de un conjunto de picas, midió la distancia entre las mismas y llamó la atención de uno de sus ayudantes, con el que mantuvo una charla sobre lo que se podía obtener si cambiaban la disposición. No contento con ello, mientras él seguía detrás de la fórmula del éxito, sus colaboradores realizaban el ejercicio que la siguiente vez (probablemente hoy) ordenarán a los futbolistas.

Un tono alto.Apenas habrá cambios frente al Granada

El cuaderno de Bielsa empezará a dejar desde hoy (10 h.) pistas del once que opondrá el domingo al Granada. El técnico recupera a Iturraspe, Amorebieta y Ekiza, pero las novedades serán las menos. Después del comportamiento en el Pizjuán no hay señales de que habrá muchos cambios en la alineación. Quizás haya oportunidad para Amorebieta, que se perdió el choque frente al Sevilla por sanción, mientras Ekiza tendrá que rodarse un poco más tras estar varios días fuera del grupo por un esguince de tobillo. Iturraspe tiene complicada una vuelta inmediata, toda vez que Íñigo Pérez firmó una gran actuación en territorio andaluz. El vestuario ha reconocido la gran labor del navarro y le destacan todavía más por su condición de haber sido descartado al inicio de curso.