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Granada - Mallorca | La intrahistoria

El asistente pretendía volver

Enrique Árbol

Cuando Clos Gómez apreció la agresión a Xavi Aguilar, inmediatamente decidió suspender el partido. Se quitó el pinganillo y fue comentando en el túnel que "esto se ha acabado". El trío arbitral no se detuvo en su camino hacia el vestuario a pesar de los esfuerzos de los jugadores por encontrar alguna solución. Mientras Mallorca y Granada se marchaban a sus dependencias, los capitanes hablaron y decidieron volver a intentarlo yendo los dos juntos al vestuario de Clos Gómez un poco más tarde. Tensa espera. Diez minutos después, se encontraron Íñigo López y Martí en el lugar acordado. El árbitro les recibió con corrección y mucho más calmado, sin embargo en su decisión no había fisuras ni estaba dispuesto a negociar: "No es una agresión física sino a la dignidad de un ser humano, y no lo voy a consentir. También lo habría suspendido si el agredido es uno de ustedes". Para entonces, el rostro de Aguilar lucía limpio, algo inflamado y apenas magullado, y hasta estaba dispuesto a volver al campo, pero Clos Gómez ya había tomado una decisión.