'Chino' Losada
"En Asia pegan más Del Bosque e Irureta que Camacho y Clemente"
'El chino' Losada debutó en Primera con el Oviedo a los 18 años. Toledo, Mallorca, Valladolid, Las Palmas y Lugo marcaron su camino, desde 2010 juega en Hong Kong.
Roberto, ¿cómo empieza su cuento de hadas?
De forma totalmente casual. Estaba jugando en el Lugo y al finalizar la temporada acabé contrato. Entonces me llamaron para ir a Austria a jugar partidos amistosos con la selección que la AFE ha montado con futbolistas que están libres.
Y allí le hacen la oferta
No, que va. Un compañero me comentó que tenía una oferta de Hong Kong y se la estaba pensando. Yo le dije: 'Si me la hacen a mí, tardo dos segundos en aceptar'. Él contó mi predisposición al equipo y resulta que buscaban un delantero. Así que me llamaron, me hicieron la oferta y tardé dos segundos en aceptar.
¿Y qué empuja a alguien que ha jugado 150 partidos en Primera a marcharse a Hong Kong?
Primero, la experiencia. Es un privilegio venir a Hong Kong a conocer otra cultura. Creo que el fútbol te ofrece muchas cosas y una de las más valiosas es poder viajar por el mundo.
¿Económicamente merece la pena?
Económicamente estamos hablando de que los jugadores locales cobran lo que correspondería en España a un Segunda B y los extranjeros podemos llegar a lo que se cobra en Segunda.
Vamos, que rico no se va a hacer.
Si alguien se plantea venir aquí para hacerse rico, que lo descarte. Cobras mensualmente y los gastos de casa, luz, agua, coche los paga el club.
¿Le han llamado futbolistas de España para ir a jugar allí?
Ufff, un montón. Ya le digo que aquí cuando se firma algo es sagrado y en España tengo compañeros que casados y con hijos están pidiendo dinero a sus padres para salir adelante porque los clubes no pagan. Muchos me han preguntado, pero pensaban que aquí se cobraba una millonada y no es así.
¿Cómo es su casa?
Vivo solo en un pequeño apartamento, aquí todos son pequeños porque hay muchos habitantes. Es un edificio alto y mi casa está en el piso 49. Respecto al coche tenemos uno que compartimos los españoles, ahora que nos vamos manejando por Hong Kong.
¿Y antes cómo se movían?
En el metro, que es lo más rápido, pero muy estresante. En España, salvo Madrid y Barcelona, se vive tranquilo. Aquí van corriendo a todos lados.
¿Come mucho arroz?
Si quieres sí, porque es el elemento estrella de su alimentación. Pero Hong Kong está occidentalizado y tengo acceso a todo lo que había en Valladolid, Oviedo o Las Palmas.
Ya sabemos que le atrajo el desafío vital, ¿y el deportivo?
Casi más. El Kitchee es un club vinculado al Barcelona que dirige Josep Gombau, entrenador formado en La Masía.
Entiendo que eso significa esquema del Barcelona, buen trato de balón
Exactamente. El toque de La Masía se nota desde los entrenamientos a la filosofía de trabajo o la implantación de infraestructuras de club.
¿Y usted qué papel desempeña en el esquema? Aunque sospecho la respuesta.
Soy el delantero. Hago el papel que hacía Etoo, Ibrahimovic
y ahora Messi.
Y ahora Messi, sí. Además tiene un especial atractivo desarrollar este tipo de juego en Hong Kong.
Explíquese.
La liga de Hong Kong, como todas las asiáticas, tiene un alto ritmo y un gran componente físico que se explica por la pasión que tienen por la Premier.
¿Eso se debe al horario matinal de los partidos ingleses que coincide con el prime time en Asia desde hace años?
Exactamente. Aquí la única liga que se podía ver en horario normal, es decir, no de madrugada, era la inglesa. Y han copiado muchas cosas de ella. De hecho, aquí se disputan triangulares entre equipos ingleses en verano y nosotros hemos jugado amistosos ante el Chelsea.
¿Cómo son los jugadores asiáticos?
Contrariamente a lo que se piensan, son técnicos. Jugadores bien dotados para el toque, pero muy fríos. Su principal hándicap no es el físico, aquí hay gente grande, es la falta de competitividad. Les cuesta entender la competencia, la ambición por ganar. Cambiar la mentalidad asiática lleva tiempo.
Para ello están fichando técnicos como Camacho.
Sí, pero hasta Camacho se ha encontrado con muchas dificultades para trabajar, por esa mentalidad de la que le hablo. Ellos no son muy amigos de la agresividad, de esas broncas de Camacho, de ese vehemencia. Fíjese que aquí en Asia pegan más Del Bosque o Irureta que Camacho o Clemente. Aunque creo que Camacho, como gran entrenador que es, acabará triunfando y además aprenderá a tener más paciencia con los chinos.
Hablábamos de la liga de Hong Kong.
Somos diez equipos y, obviamente, todos de la ciudad, por lo que nos cruzamos muchas veces en los campos de entrenamiento. Aquí todos los campos son estatales y cuando termina tu tiempo, aparece una señora con un silbato y te echa para que jueguen otros.
Diez equipos con mayoría de jugadores locales.
Sí, también hay muchos chinos. Y luego entre los extranjeros destacan los brasileños, que son casi el 35%, y los cameruneses y africanos. Casi todos los equipos tienen algún delantero africano por el fútbol físico del que hablábamos.
Y luego está su Kitchee.
Sí, nos llaman el 'Barça HK'. La pasada temporada, 47 años después, recuperamos el título.
47 años. ¿Oiga es muy antiguo el fútbol de Hong Kong?
Sí que lo es, sí. Mi equipo tiene 83 años. Le decía que tras 47 años recuperamos el título y rompimos la dictadura del South China. Es el club que más gasta, el que tiene mayor presupuesto y ficha extranjeros de más renombre. El año pasado trajo a Mateja Kezman.
Suena al Real Madrid-Barcelona de Hong Kong.
Algo tiene. Nosotros tenemos un macedonio con pasaporte australiano, tres chinos, los chicos de aquí y luego los cinco españoles, Luzardo, Recio, Canecela, Tarrés y yo. Y nos entrena Gombau.
Además del título, usted fue nombrado mejor jugador de la liga pasada. Va a ser cierto que es el Messi de Hong Kong.
Jajaja. La verdad es que tuve suerte de cara a portería y me sentí cómodo en el estilo de juego que proponemos. Corre más el balón y yo, a mis 35 años, lo agradezco, para qué vamos a engañarnos.
¿Se valora al futbolista español?
Mucho. Ahora ves a los niños con las camisetas de España, además de las clásicas del Real Madrid y del Barcelona. Los rivales y los compañeros te respetan porque saben que aportas un plus técnico y táctico al juego. Además del talento.
Antes comentaba que Asia vive con pasión la Premier por los horarios. Ahora España programa partidos matinales, ¿ha notado algún efecto?
Por supuesto. El partido del otro día que jugó por la mañana el Real Madrid ante Osasuna fue un suceso en Hong Kong. Todo el mundo estaba en los bares delante del televisor.
¿Así que cree que servirá para expandir nuestro fútbol en otros continentes?
Sin duda.
¿Están informados del día a día del fútbol español?
Por la mañana lo primero que comentamos en los entrenamientos es si el AS dice esto o el Sport lo otro. Con internet esto ha cambiado mucho.
Ahora que parece que el gigante chino despierta, ¿cree que futbolísticamente llegarán a dominar el mundo?
Por volumen poblacional seguro, pero falta aún. Una de las cosas que estamos trabajando en el Kitchee es el fútbol base, que es inexistente aquí. Estamos involucrados en ello y lo agradecen. Pero aquí los cambios van más despacio.
Hablando de España, ¿qué le parece la situación que vive en el Atlético Gregorio Manzano, que le dirigió en el Toledo?
El Atlético es un grande y tiene muchas urgencias. Pero Gregorio es psicólogo y no conozco a nadie mejor para administrar esa ansiedad. Es un gran entrenador y una gran persona, además ya conoce la casa y lo aprovechará para sacar adelante aquello si le dan el tiempo necesario.
¿Cuándo le veremos por España?
Tengo dos años de contrato y una propuesta atractiva para ligarme al futuro del club.
¿Entrenador?
Sí. Josep tiene la aspiración de crecer y regresaría a España. Y yo puedo iniciar aquí mi camino.
Oiga, que al final lo del Chino va a ser cierto.
Pues mire usted que sí, quién me lo iba a decir.