FRANCIA
La fiscalía de París pide archivar el 'caso Zahia'
El Fiscal pide archivar la denuncia a Benzema y Ribéry por prostitución de menores, al considerar que los internacionales no sabían que la meretriz era menor de edad.
La fiscalía de París pidió hoy que se archive el caso relacionado con la prostituta "Zahia" en el que estaban imputados los futbolistas franceses Karim Benzema y Franck Ribéry, al considerar que los internacionales no sabían que la meretriz era menor de edad, informaron los medios galos.
Benzema, delantero del Real Madrid, y Ribéry, centrocampista del Bayern Múnich, fueron imputados en julio de 2010 por haber solicitado presuntamente la contratación de los servicios de la prostituta Zahia cuando ésta era menor de edad.
No obstante, Zahia había repetido que los dos jugadores no sabían que ella todavía no tenía 18 años cuando, según cuenta, se acostó con ellos a cambio de dinero, en 2009 con Ribéry y en 2008 con Benzema.
La defensa del madridista se basó en que el jugador nunca había mantenido relaciones sexuales con esa mujer, mientras que la de Ribéry argumentó que el centrocampista desconocía que no había cumplido aún 18 años y que no pagó por sus servicios.
Zahia declaró ante el juez de instrucción que, en el transcurso del supuesto encuentro sexual con Benzema en una suite del hotel Le Méridien de París en mayo de 2008 -cuando ella tenía 16 años y él 19-, le pidió al futbolista 1.000 euros pero que éste solo le dejó 500.
Sin embargo, una exnovia del delantero Camelia E., desmintió ante la policía la versión de una prostituta al asegurar que el jugador pasó con ella, y no con Zahia, la noche en la que supuestamente se produjeron los hechos, cuando éste tenía 19 años y ella 16.
En el caso de Ribéry, las relaciones con Zahia presuntamente habrían traspasado además las fronteras de Francia, ya que el internacional francés habría participado en una orgía con ella y otra amiga en Múnich.
El jugador reconoció ese encuentro ante la policía francesa, pero aseguró que no sabía que eran prostitutas.
La legislación francesa prevé penas de hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa para los clientes de prostitutas menores de 18 años, si bien se tiene que demostrar que éstos conocían la condición de menor de la prostituta en el momento de los hechos.