El Stade de France alucinó con el nuevo 'Kárate Kid'

El lunes pasado, la selección belga empezaba la habitual sesión de entrenamiento típica de los días previos a los partidos. Como de costumbre, primero salieron los porteros al césped del Stade de France. Georges Leekens, recién salido de los vestuarios, observaba desde la lejanía, en la banda, cómo calentaba Courtois, del que al día siguiente iba a hacer el portero más joven de la historia en jugar con Bélgica. Y, de pronto, el seleccionador escuchó gritos de asombro entre los periodistas que presenciaban la sesión en Saint Denis: el guardameta estaba haciendo algo que jamás antes habían presenciado, algo al alcance de muy pocos hombres.

Cogiendo algo de carrerilla y saltando sobre la línea de gol, Courtois conseguía pegarle patadas al larguero con la punta de sus botas. Para él es un desafio aunque, por encima de todo, le hace parecer una versión lánguida de Kárate Kid. Cierto es que el portero mide 1,98 metros, pero hay que recordar que el larguero de una portería oficial está a 2,44 metros del suelo. Para hacerse una día, eso es sólo un centímetro menos que el récord mundial de salto de altura que estableció el cubano Javier Sotomayor en Salamanca en 1993 (2,45). Pero, para Courtois esto forma parte de una rutina. En concreto, una serie de costumbres que adoptó gracias al que le apadrinó durante sus primeras semanas en al Atlético.

Tras el entrenamiento, Courtois le explicó a los asombrados periodistas lo que acababan de presenciar: "Lo hago de vez en cuando para echarme unas risas. Me lo enseñó Joel, un portero del Atleti. A veces lo consigo y otras no. Siempre me hace falta pillar carrera, si no es imposible". Cabe recordar que Joel, sensei de Courtois, mide 1,95 y es otra de las torres altas de la plantilla de este Atleti.