Soldado avisa al Madrid: "Tengo ganas de revancha"

Roberto Soldado es de los que perdona pero no olvida. Y tiene un resultado entre ceja y ceja, el 3-6 que le endosó el Real Madrid al Valencia en su última visita a Mestalla. "Tengo ganas de revancha", confesó ayer el goleador blanquinegro. Pero no sólo le pasa a él. Todos cuantos sufrieron aquel escarnio público por parte de los de Mou tienen marcado el partido del sábado en rojo, más allá de que en el vestuario blanquinegro se quiere dar un golpe en la mesa ganándole el líder y decir "aquí estoy yo también".

Aquel encuentro disputado un 23 de abril estuvo apunto de poner un punto y aparte en la historia ché. La sensación con la que se marcharon los dirigentes del estadio es que el equipo había retrocedido de golpe hasta los peores días de la era Koeman. En los días posteriores fue cuando más fuerza tomó la idea de un relevo en el banquillo y se comenzó a sondear a posibles inquilinos. Pero el Valencia acabó por recuperarse del mazazo, Emery renovó y ahora llega el Real Madrid de nuevo a Mestalla con los blanquinegros terceros y solo a cuatro puntos.

"Sabemos lo que hicimos mal; no se puede repetir la imagen de aquel partido; para ganarles hay que hacerlo perfecto, pero no pueden haber tantas diferencias", apunta un Soldado que, de hecho, dijo: "Queremos estar con ellos ahí hasta el final de Liga".

"No tengo ningún problema con Del Bosque"

Para muchos jugadores el 3-6 de la última visita del Real Madrid a Mestalla fue la derrota más dolorosa de su carrera; a Emery a punto estuvo de costarle el cargo; por no hablar del desengaño que se llevó la afición blanquinegra. De siempre sobran los motivos para que los ché les tengan ganas al Real Madrid, aunque aquella derrota le da un caliz especial al duelo (amén de que se enfrentan primero contra tercero y sólo cuatro puntos les separan). Entre las secuelas que dejó aquella derrota al Valencia: la falta de un patrocinador para la camiseta. En una Liga bipolar como lo fuera la de la pasada temporada, que al Valencia le diera tal correctivo el conjunto de Mourinho le supuso un obstáculo imposible de superar a la hora de negociar un patrocinador (más cuando el club tenía claro de antemano cual era el caché de su camiseta -dos millones- y que por menos prefería dejarla en blanco). Pero a una empresa que está dispuesta a desembolsar dos millones para patrocinar a un equipo (cuando los datos indican que para amortizar la inversión la relación debe mantenerse mínimo tres años) un 3-6 ante el Madrid le frena y mucho.