Conejo, ídolo del Albacete, recomendó a Keylor Navas

En el Mundial de Italia 90 una de las grandes sensaciones fue el portero de Costa Rica, Conejo. Llamó la atención por arrodillarse a rezar antes de los partidos y por su seguridad bajo palos. Pocos pensaban que acabaría en el Albacete, recién ascendido a Segunda. Pepe Carcelén, ayudante de Camacho y entonces secretario técnico del club manchego, se fijó en él y decidió ficharlo.

Conejo, con 30 años y manejando varias ofertas, llegó a la ciudad de las navajas engañado por su representante, que le había dicho que el Alba era una especie de filial del Real Madrid. El costarricense quedó alucinado cuando el presidente del club dijo que el Albacete haría todo lo posible por mantener la categoría. Al final todo salió bien, Conejo se convirtió en un ídolo, fue pieza clave y su equipo ascendió a Primera.

Ya retirado y como entrenador de porteros de la Federación de Costa Rica incluida la absoluta, recomendó al equipo de sus amores al joven Keylor Navas, hoy titular ante España. Después de muchas trabas, su alumno llegó a Albacete y fue el mejor la pasada campaña a pesar del descenso.

Navas está ahora cedido en el Levante. No juega, pero es el portero titular de su selección. Igual que su maestro, reza antes de los partidos y es un espectáculo bajo palos. Para Conejo, cuya ilusión es conocer hoy a Iniesta, Keylor Navas es como su hijo y está convencido de que jugará en un grande de Europa. Su cláusula es de tres millones de euros y tiene otro año más de contrato con el Albacete.