Lassad decide el derbi gallego con un golazo

Un golpe de fortuna cuando el duelo gallego arrancaba en el estadio de Riazor después de cuatro temporadas de ausencia y un golazo de Lassad en la recta final del clásico (2-1) permitieron al Deportivo dar la primera gran alegría del curso a sus aficionados ante el eterno rival, el Celta de Vigo.

Si hubiera sido un combate de boxeo, el equipo vigués habría merecido más en su visita a Riazor, donde encajó un gol en propia meta, se encontró con un gran Dani Aranzubia, consiguió empatar con la entrada del chileno Fabián Orellana y acabó sucumbiendo un minuto después con un zapatazo del franco-tunecino Lassad Nouioui.

Después de cuatro temporadas sin enfrentamientos oficiales y con los dos equipos en Segunda tras el descenso del Deportivo en mayo, Galicia tenía ganas del clásico entre coruñeses y vigueses.

La exigencia del partido ayudó al Deportivo, que inició el encuentro más concentrado que de costumbre ante un rival que le superaba en tres puntos en la tabla y que llegaba a Riazor lanzado después de cuatro triunfos consecutivos.

Los blanquiazules evitaron complicaciones en defensa en las primeras acciones del partido y la suerte les acompañó a los cuatro minutos en su primer ataque, una jugada elaborada por Laure, Valerón y Saúl, que culminó de tacón Riki y que cogió por sorpresa al defensa Jonathan Vila, que metió el balón en su portería.

El gol dio confianza al Deportivo, sobre todo a su delantero, que volvió a intentarlo con un lanzamiento con rosca desde la frontal antes de tener que abandonar el terreno de juego por un pinchazo muscular.

La lesión de Riki y la interrupción del partido durante unos segundos por el lanzamiento de bengalas que emitían destellos descentraron al Deportivo y el Celta lo aprovechó para ganar metros y acercarse con peligro a la meta de Aranzubia.

Avisaron los vigueses con disparos sin puntería de Alex López, David Rodríguez y De Lucas y los dos últimos rozaron el empate en el ecuador del primer periodo con una doble ocasión que desbarató milagrosamente el portero deportivista.

El Deportivo era incapaz de tener el balón y el Celta se creció en los últimos minutos antes del descanso, en los que asedió al rival pero no pudo superar a Aranzubia, que atajó un disparo de falta de Aspas y un remate de David Rodríguez.

La afición de Riazor pidió más a sus jugadores antes de que se retiraran al vestuario, pero el reclamo no sirvió de nada, tampoco en la reanudación, en la que el Celta salió mucho más enchufado y embotelló a los blanquiazules.

Aranzubia volvió a salvar a su equipo en un mano a mano con Bermejo, sustituido por Joan Tomás a los 58 minutos, y el Deportivo resistió y trató de conservar más tiempo el balón en su poder para bajar el ritmo del partido.

Refrescó Paco Herrera al Celta con la entrada del chileno Fabián Orellana, y su presencia en el terreno de juego sirvió a su equipo para dinamizar el partido e igualarlo a falta de siete minutos para el final tras aprovechar un error de Ayoze en el marcaje.

El gol picó a los locales, que reaccionaron de inmediato y recuperaron la ventaja solo un minuto después con un lanzamiento imparable de Lassad desde la frontal del área que les dio los tres puntos.