Una Copa entre vecinos

En los despachos de la Feixa Llarga (instalación para la competición de beisbol en los Juegos Olímpicos de 1992 y que luego se adaptó como campo de L'Hospitalet) aseguran con la boca pequeña que habría sido más beneficioso para la institución un emparejamiento con el Madrid, aunque recibir al Barcelona también es un excepcional premio. Instalados en la zona noble del Grupo III de Segunda B (acumulan seis victorias consecutivas desde el 25 de septiembre), Jordi Vinyals (técnico), Quique Cárcel (director deportivo) y Miguel García, su peculiar presidente, conservan intactos el sueño de lograr un alcorconazo a la catalana, conscientes de la dificultad.

La Federación tuvo que cambiar la fecha para el choque, dado que cuando se dispute el grueso de la ronda, los culés andarán por Japón tratando de conseguir el tercer trofeo de la temporada (ya colocaron en las vitrinas las Supercopas del verano, la de España y la de Europa). Entonces será Neymar el rival mediático a superar. En cambio, para hoy, Guardiola deberá hacer frente a un conjunto entregado al orden, al juego raseado en un campo de césped artificial (homologado por la UEFA) y a siete chicos hambrientos en demostrar que en La Masia también se equivocan en la elección definitiva de futbolistas. David Prats, Sergio Cirio, Pitu, Antonio Vela, Iván Hamouch, David Coromines i Marc Pedraza compartieron en algún momento aventuras con alguno de los cracks canteranos que ahora arrasan como locales en el Camp Nou.

Sin respiro. Pep contará solo con 13 profesionales, de ahí que haya echado mano del filial. No quiere sorpresas el entrenador y su deseo será dejar cerrada la eliminatoria. Cuanta menos carga de calendario mejor, pero L'Hospitalet saldrá a dar la cara. No lo duden.