Exotismo en Palma

Su nombre es Hiroshi Ibusuki, tiene 20 años, nació en Nagareyama y es la mejor demostración de que el Sevilla está corto hasta el extremo de delanteros. Hiroshi, un gigante japonés de más de 1,90 metros, llegó este verano por sorpresa al filial procedente del Girona y aunque es improbable que debute le pone el toque exótico al Mallorca-Sevilla de esta tarde, un partido vertebrado por otros dos focos de interés. El inevitable tono sentimental del partido que le pone Joaquín Caparrós, sevillista de bufanda que hace carrera y va de club en club esperando el momento oportuno para regresar a su casa, y la epidemia de lesiones en la delantera del Sevilla que ha generado el debate de si Monchi hizo bien en esperar en agosto a Giovani, capricho de Marcelino, en vez de incorporar a cualquier otro punta. Con Negredo fuera de combate y Kanouté muy tocado, el asturiano se ha visto obligado a convocar a Hiroshi, delantero tanque algo torpe pero de buena colocación en el área que curiosamente formó parte de la cantera del Zaragoza cuando el asturiano entrenó en La Romareda. Nunca lo convocó.

El Sevilla, decepcionado después de sus dos gravísimos tropiezos en casa, tiene una deuda con su afición, que esperó los choques de Racing y Granada como los de la ilusión después del empate en Barcelona. Otra vez le toca empezar a Marcelino, que parecía estar cociendo un buen Sevilla y ha vuelto a generar alguna duda. Es la cruz del Sevilla de los últimos tiempos. Es imposible de hacerse regular, fiable. Marcelino ha llamado a Hiroshi pero no será titular. Manu jugará sólo en punta. Trochowski, Rakitic y Navas están obligados a llegar mucho más. Y hacer goles. No han marcado ninguno en lo que va de temporada.

El Iberostar no se le ha dado mal al Sevilla en los últimos tiempos, pero esta vez se va a encontrar con minas. Caparrós se sabe a sus ex al dedillo, para eso es su equipo. Y espera hacerles daño. Tal vez, regalándole el balón, haciéndole sentir incómodo. Después de la cornada del Camp Nou, el Mallorca, que está en la zona media-baja, se ha propuesto hacerse fuerte en casa, el sitio donde debe sellar la salvación. Caparrós no tiene un equipo para tirar cohetes, pero sabe apañarse. Necesita el gol de Hemed, la zancada de Nsúe, el talento del Chori Castro. Que Aouate no le falle y, tal vez, que Alfaro se vengue. Después de un verano movido, el canterano acabó en Mallorca donde curiosamente se ha encontrado con Caparrós. De momento no ha tenido continuidad pero sentimentalmente hoy es un partido distinto. En el palco, Serra Ferrer codo a codo con Del Nido. Curioso. Viejos tiempos de derbi...