Lo que faltaba: Kennedy se lesiona en la otra pierna

Kennedy Bakircioglü, la gran esperanza verdiblanca para muchos racinguistas, está definitivamente gafado esta temporada. Ayer se volvió a lesionar. En este caso en la pierna derecha, la contraria a la que le ha mantenido en el dique seco desde el primer partido de la temporada por sus ya casi crónicos dolores en el tendón de Aquiles.

En los primeros minutos del partidillo que organizó Cúper para su equipo en las Instalaciones de La Albericia, el sueco cayó fulminado y, con claros gestos de dolor, llevándose la mano a la parte posterior de su pierna derecha. La primera valoración de los servicios médicos es que padece una rotura fibrilar en el gemelo externo. Para determinar el alcance exacto de la lesión hoy será sometido a una ecografía. El periodo de recuperación dependerá, lógicamente, de la dimensión de la rotura; a más centímetros, más semanas en el dique seco pero, en el mejor de los casos, lejos de los terrenos de juego dos o tres semanas más a sumar a los dos meses largos (su único partido del curso lo jugó el 28 de agosto en Valencia) que lleva de baja.

Más sustos. El ensayo de ayer fue pródigo en sobresaltos ya que, además del sueco, Colsa y Adrián se retiraron a la banda en la primera mitad del partidillo con sendos dolores. Luego regresaron al entrenamiento pero al descanso, por si acaso, Cúper les mandó para el vestuario para no forzar. Ambos, sin embargo, están bien y sin problemas para viajar a Granada. Jairo, que apenas ha entrenado durante la semana, probará hoy para que Cúper tome una decisión sobre su convocatoria.

Sustos hubo, pistas menos en la sesión de ayer, pero todo apunta a que el sustituto del sancionado Diop va a ser Tziolis y que Arana entrará por la derecha en lugar de Jairo, incluso en el caso de que el de Cabezón llegue a tiempo. Arriba es más que probable que Stuani supla a Ariel como acompañante de Koné.

Cúper hace con Koné lo que Marce hizo con Tchité

Fue, ayer en La Albericia, una suerte de Deja vu. Si no hubieran pasado tantas cosas (y las que quedan por ver) los pocos aficionados que acudieron a las Instalaciones podrían haber creído que estaban todavía en aquellos felices días en que Marcelino dedicaba gran parte de los partidillos a dar clases particulares a Memé Tchité. Le agarraba de un brazo, le empujaba, así se hace un desmarque, así evitas el fuera de juego...; no le convirtió en Van Basten, pero progresó. Ayer, Cúper hizo algo semejante con Mamadou Koné. Ve que el marfileño es veloz, valiente y generoso pero que lo ignora casi todo del juego. A poco que lo comprenda puede ser importante esta temporada. Y en ello está.