Alves: "Nos echan mucha porquería desde fuera"

Guardiola suele controlar mucho y bien el discurso de sus futbolistas. Sin embargo, hay uno, Dani Alves, que parece sentirse casi tan cómodo como Mourinho cuando tiene un micrófono delante. El brasileño, al término del encuentro del pasado sábado ante el Mallorca, se destapó con unas declaraciones contra "el exterior", entendiendo por esto último aquellas personas o medios que osaron criticar al Barcelona por su juego en Granada (0-1) y a Messi por su sequía de tres partidos y estar, digamos, relativamente ausente. "Tenemos que evitar mirar al exterior, que acostumbra a echar mucha mierda (sic). No damos importancia a lo que se dice. Nunca dudamos de nuestra capacidad. Tenemos que confiar en nuestro potencial. Molesta, tratan de desestabilizar, pero no pasa nada". Y añadió: "Se vio un gran trabajo de todo el equipo y lo único que tenemos que hacer es seguir trabajando sin dejar que nos afecten las dudas que llegan del exterior".

Quizás las palabras de Alves deban entenderse como una suerte de táctica motivacional, por aquello de buscar un plus de gasolina en el tradicional enemigo exterior. Pero, ciertamente, son ya tres años en que nadie con dos dedos de frente y cierto gusto por el fútbol de toque ha puesto en duda la hegemonía de un grupo que, de la mano de Guardiola, ha ganado dos Ligas de Campeones, dos Supercopas Europeas, un Mundialito de Clubes, tres Supercopas de España, una Copa del Rey y tres Ligas consecutivas. La "mierda" a la que aludió Alves se corresponde con los comentarios que suscitaron, por un lado, el mal partido del Barça en Granada y, por el otro, la huelga de ingenio de Messi -a la que puso fin el pasado sábado con un hat-trick-.

El rival.

Que se haya dicho y escrito que el Madrid está más cerca del Barcelona por el hecho de ser el líder de la Liga y haber experimentado una mejoría en su juego -excepción hecha de Anoeta- tampoco ha agradado a Alves. ¿Una simple táctica o nervios? Veremos.