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Liga BBVA | Racing

Pernía ya es historia

1.981 días ha aguantado en el cargo el 34º presidente de la historia del Racing. Con un balance deportivo y social de los más brillantes de la entidad, el concurso de acreedores y, ya al final, el enfrentamiento con Setién y el 'Caso Audi' han generado tal crispación que le ha forzado a irse.

<b>EL FINAL DEL CAMINO. </b>Desde que se pinchó el globo de Alí, Pernía ha atravesado todo un vía crucis.
nacho cubero

Francisco Pernía Calvo ya es, para lo bueno y para lo malo, historia. Ayer, en una escueta nota a las 20:16 horas, anunció su dimisión y la del resto de los suyos (excepto el 'desaparecido' Alí) para "evitar una situación de conflicto y tensión que condiciona la unidad del racinguismo, esencial para afrontar la situación actual del club".

En la tarde del jueves, mientras conducía el ya famoso Audi S8 de regreso a su pueblo, acabó de tomar la decisión con la que ya, casi, salía de las oficinas del club. Pernía asegura que en ningún sitio piensa con más claridad que con un volante entre las manos. Esa reflexión y las dos llamadas que se produjeron a lo largo del trayecto inclinaron la balanza. Nada de medias tintas. Primero había barajado la opción de, simplemente, no acudir al partido, dejar que se enfriara el ambiente y confiar en una victoria.

Al final, la presión popular, los consejos de sus familiares, la opinión de sus consejeros y el convencimiento íntimo de que el divorcio con la afición era irreversible y que el ambiente que se preparaba para el partido del domingo iba a ser infernal, acabaron con la resistencia del de Cóbreces.

Pasos medidos.

De todo el proceso de reflexión han estado informados en las últimas 72 horas los tres administradores judiciales. De hecho, prácticamente lo último que ha hecho Pernía, junto a Bedoya, ha sido consensuar con Santiago Ruiz, de los tres el que tiene trato diario con la entidad, los pasos a seguir para lograr una salida ordenada.

Una vez hecho esto, ayer a las 17:35 horas de la tarde, Pernía abandonó su despacho, pasó por delante de la mesa de Cristina, su secretaria, y se fue. En coche, por supuesto.

El fantasmagórico consejero fantasma

En el Racing parece que no pierden una oportunidad de perder una oportunidad. En este caso de hablar claro sobre el papel de Ahsan Alí Syed en la entidad. Ayer, en el escueto comunicado oficial de dimisión, el racinguismo descubrió que el indio representaba a su empresa, WGA, en el Consejo de Administración. Hasta ayer mismo la página web del club reflejaba que el Consejo estaba formado por seis personas: Pernía, Bedoya, Velado, Gilarranz, Rodríguez y González. Todos dimitieron ayer. El miércoles se reunirá el Consejo para convocar en tiempo y forma una Junta Extraordinaria de Accionistas que nombre un nuevo órgano rector. Debe pasar un mes desde ese momento, por lo que el nuevo presidente se elegirá en los primeros días de diciembre. Dado que Alí aún tiene el 99,8% de las acciones (aunque no las haya pagado), él podría nombrar directiva. Si no aparece, todo estaría en manos de Piterman a través de su empresa Leimarsport B.V. Los administradores pedirán a la jueza que bloquee cualquier nombramiento que llegue de manos de frikis, insolventes o personas poco representativas de la sociedad.

Quedada a las 11:00 de apoyo a la plantilla

Juventudes Verdiblancas ha convocado una concentración de apoyo a la plantilla racinguista para las 11:00 horas de hoy en el exterior de estadio. La intención inicial era la de acudir al entrenamiento para comunicar a los futbolistas el cariño y el apoyo de la afición. El hecho de que Héctor Cúper haya decidido realizar la práctica a puerta cerrada obligará a los seguidores a tener que esperar en la calle a que terminen su trabajo los componentes del equipo. La dimisión de Pernía también ha modificado el cariz reivindicativo que tenía la cita.

El aviso pilló a las peñas con las pancartas

Mientras en las oficinas del Racing Alberto Aparicio, el director de comunicación, daba los últimos toques al comunicado de dimisión del Consejo, a apenas 60 metros, en la sede de la Asociación de Peñas Racinguistas, un grupo de peñistas estaban comenzando a confeccionar las pancartas con las que pretendían exigir mañana domingo, precisamente, la dimisión de Francisco Pernía. Sobre la marcha debieron cambiar los textos previstos. En la APR lo celebraron como si de una victoria se tratara. Ganaron, en este caso, sin bajarse del autobús.