REAL SOCIEDAD 0 - REAL MADRID 1 | LIGA BBVA
El Real Madrid también gana sin brillar
Higuaín dio el triunfo a un Madrid que dominó con solvencia, pero sin forzar, en el primer tiempo y se dejó ir en el segundo, cuando reaccionó la Real, muy tímida y defensiva hasta entonces.
El Real Madrid se dio un paseo por San Sebastián, donde apenas encontró rival ni oposición alguna para llevarse el triunfo. Una tímida y miedosa Real Sociedad sólo fue capaz de discutirle la posesión del balón en algunos tramos de la segunda parte. La posesión, como la iniciativa y la ambición, y también se podría decir el interés, perteneció casi siempre al Madrid, en el que Di María volvió regalar los mejores pases.
No mostró esta vez el Madrid ese juego exuberante y virtuoso de los últimos encuentros, ni el poderío físico de costumbre, pero sí lució un buen orden táctico. La Real fue víctima de sí misma y el Madrid apenas necesitó forzar. Le bastó con tener el balón y moverlo a su antojo para desactivar el sistema ultradefensivo de la Real, un conjunto al que le faltó alma y personalidad y le sobró el excesivo respeto que mostró por el rival. Tanto quiso protegerse en defensa que casi renunció a cualquier intento de incomodar al Madrid.
Montanier acumuló hombres en dos líneas muy juntas situadas muchos metros por delante del portero Bravo, pero que sólo iniciaban el trabajo defensivo cuando el Madrid cruzaba la línea del centro del campo. Nueve hombres, cinco en defensa y cuatro en el centro del campo, a los que el Madrid manejó como quiso en el primer tiempo.
Y es que la Real presentó una defensa muy adelantada, pero sin presionar al rival que llevaba el balón, lo que era una invitación a que el Madrid le buscara continuamente la espalda. La maniobra era sencilla para los visitantes, que llegaban sin problemas a la línea de medios de la Real y a partir de ahí el pasador sólo tenía que buscar al compañero que tiraba la diagonal a la espalda de los zagueros. Llegar hasta el borde del área de la Real suponía una maniobra que entrañaba el mismo riesgo y complicación para el Madrid que darse una vuelta por el Retiro.
El excelente fondo de armario del Madrid fue aprovechado por Mourinho, que dio entrada de inicio a Coentrao, Lass, Özil e Higuaín por Marcelo, Khedira, Kaká y Benzema. Hay que economizar los esfuerzos y repartir los minutos. Coentrao fue quien ofreció el nivel más discreto de los cuatro, aunque lo cierto es que ninguno pudo escapar del tono regular de todo el equipo. Mourinho terminó deshaciendo tres de esos cambios en el segundo tiempo, cuando retiró a Özil, Lass e Higuaín para dar entrada a Kaká, Khedira y Benzema.
Lo mejor que ofreció Coentrao fue un magnífico pase entre líneas con el que rompió la defensa de la Real y dejó a Higuaín solo ante Bravo, al que superó con sutileza para marcar el único gol del encuentro. Se habían consumido apenas nueve minutos y lo mejor del partido ya se había visto.
Se quedó el balón el Madrid, no supo, no pudo o no quiso ir a buscarlo la Real y así se llegó al descanso, sin más interés que ver cómo el reloj se comía los minutos.
Espabiló la Real después de pasar por los vestuarios, lo que no era difícil de conseguir. Le bastaba como poner algo más de intensidad a sus acciones para tratar de entorpecer la circulación del balón del Madrid, que se relajó en exceso y por momentos perdió el control de la situación y de la pelota y hasta el orden. Fue novedad ver a Xabi Alonso desubicado y fuera de sitio.
Vela puso a prueba a Casillas por primera vez en toda la noche y después fue Griezmann, sustituto de Estrada, el que exigió la mejor versión del portero con un tiro lejano. Muy poco para discutirle la victoria al Madrid, pero suficiente para dejar la sensación de que la Real desperdició más de medio partido. A Montanier le faltó ambición y sólo en los últimos cinco minutos se atrevió a jugar con dos delanteros. Quiso calcular tanto el riesgo el técnico francés que se le pasó el partido sin darse cuenta de que lo estaba perdiendo.