Liga BBVA | Athletic 3 - Atlético de Madrid 0
Llorente pone al Atleti en ridículo
Un gran Athletic arrolló a un rival sin fútbol ni alma. Doblete del 'nueve' riojano y otro gol de Toquero. Manzano se tambalea y se la jugará ante el Zaragoza.
Cuál es la excusa del Atleti ahora? ¿La mala suerte, otra vez? ¿La conjunción de los astros? ¿Los árbitros? ¿Cuál? Ninguna. No la hay. Llorente y el Athletic se encargaron de desmontar cualquier coartada con tres goles en 8 minutos que no hicieron más que reflejar lo que se veía bajo el diluvio de San Mamés: un muy buen equipo, todo intensidad y compromiso con la idea de su entrenador, pasando por encima de otro sin alma y cuya fe en su estilo desapareció varios empates atrás. Tras siete partidos oficiales seguidos sin ganar, ya no hay casualidades. El Atleti ni está bien diseñado, pese al maquillaje veraniego, ni bien aprovechado. Como los gestores ideólogos, año tras año, no asumen su responsabilidad, será Manzano quien pague. Y puede ser pronto, el domingo, si el Zaragoza toma el Manzanares.
Durante 20 minutos, el Atleti engañó al personal. Arrancó con un ímpetu poco acostumbrado, al que respondió el Athletic con la agresividad bien entendida clásica del estilo Bielsa. Así, el primer tramo fue un entretenido vaivén. Los leones presionaban la titubeante salida de balón visitante y las pérdidas suicidas se fueron sucediendo: Filipe, Assunçao, Godín... Pero el Athletic no atinó y su rival respondió con Arda y Diego inspirados en el pase. Falcao obligó a Iraizoz a lucirse y Filipe cruzó demasiado en situación muy propicia. Sin embargo, mediado el primer tiempo el turco y el brasileño dejaron de ser capaces de seguir el ritmo bilbaíno y el campo empezó a inclinarse hacia la portería de Courtois, quien, como suele suceder, evitó males mayores ante Llorente y De Marcos.
Y en el minuto 43 llegó el punto de inflexión. Llorente, que jugaba con problemas en la rodilla y sin saber lo que aguantaría, se hace daño en un mal gesto y el cambio se da por hecho. Toquero se prepara. Pero el riojano se levanta y pide paciencia a Bielsa. San Mamés ruge, Llorente resiste, el Atleti nunca vuelve en sí. ¿Casualidad? No creo.
Del descanso emergió el mismo Athletic intenso, con el plus de calidad de Ander Herrera por Javi Martínez, en un cambio valiente del técnico argentino. Del Atleti nunca más se supo, volvió un zombi. En los cinco primeros minutos, tres ocasiones locales. Ni rastro de Diego y Arda, Falcao abandonado a su suerte y naufragio absoluto de varios: Gabi, Filipe y, sobre todo, Reyes. El utrerano volvió a no tomar una decisión acertada ni en el juego ni al irse, cuando en vez de bajar la cabeza y asumir su actual realidad, decidió tomarla con el entrenador, al que sabe débil. Es mucho más cómoda la queja que la autocrítica.
Huracán. El gol del Athletic era cuestión de tiempo, pero llegó con alevosía. Miranda despeja junto a la banda, da en un rival, el balón le cae a Susaeta y pasa atrás a Llorente, que remata fatal, casi con la suela. El balón va manso hacia Courtois hasta que pega en Filipe, cambia de trayectoria y entra a cámara lenta. Gol cruel, gol justo. Y si el Atleti tenía intención de reaccionar, no tuvo tiempo. Centro de Toquero y cabezazo magnífico de Llorente: 2-0. De inmediato, falta lanzada por Ánder y Toquero peina: 3-0. Todo en ocho minutos que bastaron para poner el punto final a un partido y, quizás, a un proyecto. El de este Atleti de Manzano que se ha desintegrado en mes y medio.