Los problemas defensivos condenan al Mallorca

El Mallorca se ha convertido en un equipo frágil defensivamente. Si algo ha dejado patente el comienzo de temporada es que los bermellones han perdido la firmeza en la retaguardia que les ha caracterizado en las últimas temporadas. Atrás ha quedado el sello de equipo severo, contundente y difícil de doblegar, sobre todo, en su estadio. Los numerosos problemas sufridos en la línea defensiva desde el inicio de la temporada han ayudado al desajuste actual. Los errores de bulto se han repetido en las últimas semanas encajando cinco goles a balón parado y cediendo dos goles evitables. Es la zona que más preocupa a Joaquín Caparrós, que desde su llegada trabaja a destajo para reubicar las piezas que recompongan el muro insalvable del pasado. Uno de los principales aspectos que dificultan el equilibrio es la falta de jugadores debido a las lesiones. Caparrós se ha visto obligado a modificar la defensa debido a las lesiones de Cáceres, Kevin, Zuiverloon y Nunes, que todavía no se ha estrenado esta campaña. Además, ante el Sporting, la sanción de Chico obligó a experimentar con Joao Víctor de central. Muchos contratiempos que han convertido al Mallorca en un equipo vulnerable defensivamente.

Caparrós avisó tras el partido ante el Sporting que no se pueden cometer los errores defensivos que costaron los dos goles ante los asturianos. "No nos pueden hacer esas dos ocasiones de gol si no otro tipo de jugadas de combinación. No queda otra que trabajar, apretar los puños, estar cabreados y prepararnos para los siguientes partidos", reflexiona el técnico sevillano. De la misma manera, Aoaute apunta: "El segundo gol ante el Sporting fue mala suerte porque si hubiéramos hablado se podría haber evitado. Es una pena encajar goles así".