Las últimas derrotas de la Real dejan tocado a Montanier

Montanier está más tocado que nunca desde que llegara al banquillo de la Real. Las tres derrotas seguidas (Mallorca, Athletic y Zaragoza) y, sobre todo, la forma de plantear los dos últimos encuentros, el derbi vasco y la visita a La Romareda, le han valido al técnico galo recibir las primeras críticas importantes. En el entorno de la Real no se entiende por qué su equipo salió tan timorato contra el Athletic y por qué revolucionó tanto el once inicial contra el Zaragoza, donde la Real fue una sombra del equipo que ganó en Gijón, en la primera jornada.

La Real cierra filas en torno a Montanier, pide paciencia y se mantiene la prudencia. "Tenemos que luchar desde la humildad. Ahora hay que centrarse en trabajar para mejorar el juego y lograr el triunfo en el siguiente partido. No se puede decir que están empezando a sonar las alarmas. Aún no. Se trata de trabajar mucho y recordar, ahora más que nunca, que somos los que somos", dijo el presidente Aperribay tras el choque en Zaragoza, cuando se le preguntaba si Montanier empezaba a estar cuestionado.

Nadie duda en Guipúzcoa de que el puesto del entrenador galo no corre todavía peligro el próximo domingo, contra el Getafe, y en el Consejo de Administración se confía en que la actual situación es sólo una mala racha pasajera dentro de un proyecto que tiene estos riesgos con los que hay que convivir y superar desde la unidad. Sin embargo, ya podrían haber surgido las primeras diferencias en la directiva, hasta el punto de que una nueva derrota frente al Getafe haría replantearse si es necesario un revulsivo o un cambio que le dé otro aire al proyecto planteado desde la dirección deportiva.