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Liga de Campeones | Real Madrid - Lyon

Un Madrid a la carga y un Lyon a la contra

Higuaín o Benzema, la duda. Gomis y Bastos, puñales franceses.

Actualizado a
<b>AL ALZA. </b>Kaká saluda a los afi cionados a su llegada al hotel de concentración del equipo.

Bienvenidos al nuevo clásico europeo. Real Madrid y Lyon se encuentran por cuarta vez en las últimas seis temporadas, lo que sugiere que, si en el sorteo no hay bolas calientes (perverso rumor), las hay que se atraen y se aman. Según lo visto en el grupo, el partido mide a los dos equipos llamados a clasificarse para los octavos de final y, a buen seguro, en el mismo orden que se encuentran ahora.

Para definir el ambiente habrá que señalar que en las horas previas se habla de franceses, aunque ambos visten la camiseta del Real Madrid. Higuaín nació en Brest porque allí jugaba su padre (Stade Brestois) y Benzema es natural de Lyon, hijo predilecto y héroe del equipo local. Karim, al que allí apodaron el gato (lo de cazar con gato vino luego), fue máximo realizador de la Liga francesa en la temporada 2007-08, con 20 goles. Un total de 43 tantos en 112 partidos con el Olympique y cuatro títulos de Liga, los últimos que han ganado Les Gones ("Los muchachos").

La pugna que sostienen ambos (y sus respectivos defensores) por el puesto de delantero titular es el primer aliciente del encuentro. Higuaín viene de marcar tres hat-trick en cuatro partidos y Benzema se presenta recién recuperado de una rotura fibrilar. En principio, parecería razonable que el francés-francés regresara al equipo, pero Mourinho no quiso desvelar su decisión para, según dijo, no apagar tan animado debate. La impresión es que al técnico le molestan las interpretaciones periodísticas de una u otra elección, lo que nos sitúa ante la sólida posibilidad de que jueguen los dos. Uno para mantener la racha y otro para retomar la onda.

Si bien Mourinho percibe un malsano morbo en la cuestión, lo cierto es que la división entre benzemistas e higuainistas da vida a los alrededores de un equipo que se ha vuelto demasiado hermético. Ambos ofrecen argumentos para la tertulia y la comparación, ya que tienen virtudes y cualidades diversas, además de una edad casi clavada: Higuaín cumplirá 24 años el 10 de diciembre y Karim el 19.

Seguramente por su familiaridad, el Lyon no mete miedo. Es una versión rebajada del equipo de hace seis meses (sin Pjianic ni Toulalan), y aquella ya era una versión menor del Olympique que encadenó siete títulos de Liga consecutivos (el de Juninho Pernambucano, para entendernos).

Mermado. Además, el OL está asolado por las bajas. Lisandro arrastra una lesión de tobillo desde agosto, Cris llega muy justo y el talentoso Grenier, que reapareció ante el Nancy, recayó y tuvo que ser sustituido por otro futbolista que estrenaba alta, el melancólico Gourcuff. Gonalons se entrenó ayer aparte y la única buena noticia es el gran estado de forma de Gomis y Bastos.

Ante ese panorama, podríamos decir que la novedad más significativa está en el banquillo. Rémy Garde, que fue futbolista del Lyon (mediocentro defensivo), analista de vídeos y director de la cantera, dirige al Olympique desde el despido de Puel (tres años de sequía). Que Garde haya nacido en el mismo pueblo que el presidente Aulas (L'Arbresle, 6.000 habitantes) se tiene por mera coincidencia.

En resumen: un Madrid a la carrera frente a un Lyon con motivos bastantes para encerrarse y rezar por un día grande o un milagro mediano.