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Liga BBVA | El carrusel

El Pipita y la fe según Nietzsche

El Madrid volvió a subirse a lomos de un desatado Higuaín para superar a un Betis correoso de entrada en el Bernabéu. El argentino estuvo espléndido, como igual lo estuvo poco después Messi en el Barça-Racing. Ni el virus FIFA pudo esta vez con los culés. Sólo el sorprendente Levante aguanta entre el tiroteo de los grandes.

Higuaín.
dani sastre

Hélder Postiga, el hijo del marinero

Hélder Postiga marcó su primer doblete con el Zaragoza. Es singular la historia de este goleador solitario, independiente en el campo y en la vida social, esquivo en el trato y codicioso -como buen delantero- cuando se planta ante un portero. Tiene mucho que ver su forma de jugar y de ver la vida con la infancia que le tocó afrontar. Nacido en Cachinas, un pequeño pueblo pesquero cercano a Oporto, hijo de marinero y muy próximo siempre al mundo acuático, buena parte de su niñez la pasó entre redes de pesca y balones. Esa mezcla derivó en un delantero anacoreta, un nueve con el único y continuo pensamiento de marcar. Como ayer.

Delanteros que no se nutren del gol

Escuché una vez decir que los delanteros son los únicos futbolistas con unidad de medida. Y así es. Sus prestaciones se calibran y calculan según los goles que marcan. Hay quien usa estas cifras para establecer el grado de eficacia que ofrecen. Si así fuera, Adrián no tendría hueco en el Atlético, pues marcó sólo ocho goles en su mejor temporada. Pero el fútbol no es una cuestión tan sumamente fría. El trabajo en equipo requiere también de delanteros dinámicos sin balón, generosos en la presión, inteligentes en el juego de espaldas. Adrián hizo todo esto a la perfección cuando saltó en Granada. Sólo le falló el gol. El maldito gol. Y, como a él, ¿al resto del equipo?

La única condición para Emili Ricart es la sonrisa

Iniesta volvió de su lesión ante el Racing como si nunca se hubiera ido. El manchego estuvo brillante, elegante, delicado, sedoso. Verle jugar es como paladear un manjar. Satisface pensar también que en los últimos años el de Fuentealbilla ha aprendido a convivir con las lesiones, una lacra que se lleva por delante a muchos jugadores frágiles como él. Asumir los daños en tu maquinaria y esforzarte por subsanarlos fortalece. Andrés lo ha hecho. Lo ha hecho muchas veces. Y en esa pelea mental es clave la figura de Emili Ricart, el fisioterapeuta que le anima a seguir adelante y superar obstáculos, más allá de tratar sus músculos y repararlos. A él le basta con una sonrisa de Iniesta luego sobre el campo para sentirse reconfortado. Y a nosotros, también.

El primo de Dzeko debía ser central

El Sevilla de Marcelino empieza a carburar. Su victoria de ayer ante el Sporting le sitúa ya en puestos de Champions. Buena parte de este éxito se cimenta en su cada vez más engrasada fachada defensiva. Para ello ha sido fundamental la entrada en la zaga del central bosnio Spahic. A los 30 años, tras fructuosos pasos por las ligas croata, rusa y francesa, su salto a uno de los campeonatos más importantes del mundo ha llegado cuando menos lo esperaba. Por eso está dispuesto a aprovecharlo con la intensidad con la que siempre se tomó las cosas. Y más concretamente el fútbol. De hecho, él fue quien animó a su primo en las vacaciones familiares a que se dedicara al fútbol. Un dato que no tendría mayor consistencia si no fuera porque ese pariente es Edin Dzeko, el delantero por el que el Manchester City pagó 37 millones de euros al Wolfsburgo el pasado invierno. El primo de un gran delantero únicamente podía ser central. Sólo así se imagina uno encarando al otro entre plato y plato de las aburridas reuniones familiares.

Caparrós amplía los voltios del partido

Debutó Caparrós con el Mallorca y arañó un punto en el último minuto y de penalti injusto, como mandan los cánones. Viendo la mano involuntaria señalada a Topal como pena máxima, desconcierta pensar qué tipo de criterio aplicaría Paradas Romero en un juicio por asesinato. Pero su decisión favoreció al Mallorca y con ello a Caparrós. No es casualidad que los últimos minutos de los encuentros beneficien siempre a entrenadores vehementes como él. Su imagen alocada y gesticulante se traslada a los futbolistas, a los rivales, a los aficionados, al árbitro. No hay cabida para la relajación. La tensión se prolonga. Y entonces aparecen los errores. También los del árbitro.

El 'nuevo Márquez' es zurdo y del Espanyol

El central zurdo es siempre uno de los perfiles más cotizados en las secretarías técnicas de los clubes de Primera. El Espanyol encontró el suyo este pasado verano en Héctor Moreno, un mexicano de 23 años que llevaba tiempo destacando en el AZ holandés. Le ha costado adaptarse a la Liga, pero en Vallecas se vio la mejor versión del azteca. No es casualidad que la entidad perica apostase por él. Pochettino -central en su época- analiza contacto los futbolistas que emplea en ese puesto y Moreno venía de una experiencia parecida hace unos años con Koeman. Dos maestros a los que escuchar. Así, el Espanyol va descubriendo poco a poco al nuevo Márquez. Y encima zurdo.

El portero suplente y su papel inesperado

El Levante continúa abrasando a sus rivales y ayer el damnificado fue el Málaga. No resultó ser una derrota cualquiera la del conjunto de Pellegrini, sino una de esas que escuece. Se produjo ante la alineación con mayor media de edad de la historia de la Liga y evidenció cuál es realmente la revelación del torneo. La imagen que mejor demuestra esta descomposición es el error de Rubén en el tercer gol granota. El portero suplente acababa de salir del banquillo y eso siempre acarrea desenlaces indescifrables. Algunos se convierten con sus paradas en héroes inesperados y otros airean a los cuatro vientos el por qué de su condición de reservas. Rubén hizo esto último. Y con estrépito.

El personaje: Higuaín

"Tener fe significa no querer conocer la verdad". La frase es de Nietzsche, del siglo XIX, pero es extrapolable a Higuaín. Sólo su autoestima, su capacidad de superación, su fe -en definitiva- le han permitido superar todas las adversidades que se ha encontrado. Llegó al Madrid sin experiencia en River y siendo muy enjuiciado. Lo superó. Pugnó con Van Nistelrooy y Raúl por un puesto y fue el sustituto de Ronaldo. Lo superó. Le ficharon a Huntelaar, a Benzema, para hacerle competencia. Lo superó. Se vio afectado por una molesta hernia de disco y fue operado. Y lo superó. Sí, da la sensación de que un día el Pipita cerró los ojos y se negó a "conocer la verdad". Sólo la fe. Como había previsto Nietzsche.