Gonzalo Colsa
"Si ganamos con Muñiz, la historia del Barcelona podría haber sido otra"
Lo ha pasado mal en los últimos cinco meses. La operación de tobillo a la que fue sometido le ha dado más guerra de lo habitual. Ahora inicia una mini pretemporada, con la vista puesta en el horizonte del Sevilla y sin poder ayudar a sus compañeros en Barcelona, donde ganó dos veces.
¿Es usted el único que sabe ganar en Liga en el Nou Camp? Es difícil hacerlo allí...
Sí. Fueron dos veces, además seguidas, hace bastantes años. Creo que cada temporada es más complicado. Espero que antes de terminar de jugar al fútbol tenga la posibilidad de volver a ganar allí pero, ahora mismo, con un empate la gente se va contenta del Camp Nou.
Dicen que cada año es más complicado ganar, que cada año son mejores...
Sí, sobre todo por eso. Ya no piensas en ganar o en obtener un punto si no en hacer un buen papel, no caer de la forma más estrepitosa. Antes ibas al Camp Nou o al Bernabéu con la intención de hacer un grandísimo partido, sorprender al rival, y ahora es cada vez más difícil pues Madrid y Barcelona juegan su Liga, saben que cualquier error contra un equipo pequeño les mete en problemas y no dan pie a las sorpresas.
¿Qué recuerda de los partidos que ganaron al Barça?
Al Atlético de Madrid siempre se le ha dado bien el Barcelona, aunque últimamente se le da mejor en el Calderón que en el Nou Camp. En aquella ocasión, en el primer partido que ganamos que jugué de titular, no íbamos muy bien en la Liga, pero sorprendimos a un gran Barcelona en el primer minuto, con una jugada maravillosa de Ibagaza que se la da de tacón a Torres, que rompe el fuera de juego y supera a Valdés. Fue un partido de sufrimiento, de pelea continua, con el marcador a favor, pero con la posesión, como pasa ahora, de ellos. Sufriendo, peleando, corriendo y, al final, llegó el segundo gol, que fue una alegría inmensa.
Era un Barça con estrellas pero el actual es mejor...
Sí, no cabe duda. Cuando aquello nos parecía un gran Barcelona; estaba Ronaldinho en su época de máximo esplendor. Era el mejor jugador del mundo sin discusión. Empezaba Iniesta, estaban Xavi, Deco y muchos más. Luego ganaron la Copa de Europa, pero no se puede comparar al Barça actual. Ahora da igual el jugador o la alineación que pongan. Todos son muy buenos.
¿Y qué se puede hacer?
Ir con la ilusión de hacer un partido defensivamente bueno y saber que ha habido grandes equipos que han salido goleados. No hay que ir asustados, pensando que vas a salir humillado. A partir de ahí, pensar que pueden tener un mal día, como el año pasado ante el Hércules, que luego descendió. Y que puede ser. Es complicadísimo; creo que el Barcelona es más difícil de sorprender que al Madrid, pero.... Hay que estar atentos, con mucha ilusión. Es complicado dar consejos; sabes que aunque tú estés ahí toca sufrir y pelear mucho.
El año de Muñiz, que se empató allí, la prensa les molió a palos. ¿Cuántos firmarían hoy lograr ese resultado?
Muchos; creo que es la única manera de sacar algo positivo con el Barcelona. Aquel año fue el partido en que menos toques di a la pelota, tuvimos muchísima suerte y fortuna, y a Toño, que estuvo sensacional. Ellos metieron el primer gol de penalti. Fue un partido raro; merecieron ganar. Era el segundo partido de Guardiola. El primero le habían perdido en Soria y contra nosotros jugó su primer partido Busquets, que no le conocíamos y pensamos, antes de empezar, que podía ser el día de sorprenderles. Pensamos que no sacaba a los buenos, a los más llamativos y fíjate ahora lo que es Busquets, qué pedazo de jugador. Hicieron un gran encuentro, estuvimos corriendo detrás de ellos, tuvimos la fortuna que de cara al gol no estuvieron acertados, se encontraron a un Toño espectacular. Al final, les pusimos nerviosos y estuvimos a punto de ganar, con todo lo que eso hubiera conllevado.
¿Habrían echado a Pep?
Sí, e igual Guardiola no hubiese sido lo que es ahora mismo y el Barcelona no sería lo que es hoy. Pero hubiera sido injusto. Siendo objetivo, el empate fue injusto así que ganar hubiera sido demasiado premio. Nos fuimos al vestuario con la sensación de no haber conseguido nada. No estaba contento, muy fatigado, pero no había disfrutado en el campo. Al día siguiente el punto se vio de forma muy distinta, pero sabías que no era lo más justo.
Ya se le ve entrenando junto a sus compañeros pero para Barcelona, imposible...
No, ni aunque estuviera bien, si entrenara sin ningún tipo de dolor creo que sería muy precipitado, incluso hacerlo ante el Espanyol. Eso lo marcará cómo me vea el míster. Por ganas e ilusión tengo muchísimas y espero que no haya ningún retroceso. La lesión se alargó más de lo que esperaba pero creo que ya estamos en el final.
¿El objetivo sería el Sevilla?
Sí o, por lo menos, hacer una semana entera de entrenamientos, coger confianza y que el entrenador vea que estoy bien. Si es el siguiente en casa ante el Espanyol, o después en Sevilla, cuanto antes sea, mejor para todos. Para el entrenador, que tiene la posibilidad de elegir entre más jugadores y para mí; ya me he perdido bastante.