Para la afición, sólo Villa está por delante de Llorente

Llorente es el delantero más valorado de la Selección por detrás de Villa, según un sondeo de AS.com que confirma una tendencia que va a más desde el Mundial de Sudáfrica. El delantero del Athletic, preferido por el 16 por ciento de los encuestados tras Villa (43%) y por delante de Soldado (15%), Torres (14%) y Negredo (12%), ha confirmado que no es un jugador sólo para un recurso, para un balón al área ante un apuro, sino un futbolista de grandes recursos que encaja muy bien, quizás con Negredo el que mejor, en el juego combinativo de España. Ahora que Del Bosque ha tomado la linde del tiqui-taca, quizás es el momento ideal para ver a Llorente, que hoy jugará en Alicante, y que está encantado con este modelo: "Es muy difícil para el contrario coger ritmo de juego cuando tienen delante a España. Prácticamente no ven el balón, están todo el partido corriendo detrás de la pelota y eso es muy duro. Cuando tenemos ocasión de jugar en un campo rápido aún es peor. Me encanta jugar aquí. Lo primero que me llamó la atención en los entrenamientos fue la velocidad y la precisión con la que se mueve el balón. El último pase de todos nuestros centrocampistas suele ser un regalo para los delanteros".

Además de sus condiciones como jugador, Llorente se ha convertido en un jugador querido por sus compañeros. Lo ha conseguido no sólo gracias a su buen carácter, sino sobre todo a su humildad y al respeto que ha mostrado por todos, aún sabiendo que en alguna ocasión han jugado otros que estaban, o están, en peor forma que él: "Estoy trabajando lo mejor que puedo en mi club, en el Athletic, para luego venir a la Selección y aportar todo lo que puedo. Seguiré trabajando y aprovechando los minutos que me dé el seleccionador y ojalá que algún día pueda ser titular. Pero no me meto presión. Aquí hay muchísima competencia y no es nada fácil jugar ni de delantero centro ni en cualquier otra posición. Hay que pelearlo muy duro y aún así todos merecerían tener minutos".

Hoy le llegará otra oportunidad. Para alegría de la afición, que le tiene en mente y que valora no sólo ya su entrega sino también su clase. A Llorente le tenían por un rematador, por un cabeceador implacable, pero su golazo ante la Real dejó constancia de que también es un tiqui-taquero, y de los buenos.