El club no recurrirá la sanción de la Supercopa a Mou
Se queda con los dos partidos


José Mourinho fue castigado por el Comité de Competición el pasado miércoles con dos partidos de sanción por meter un dedo en un ojo de Tito Vilanova, segundo entrenador del Barcelona en el partido de vuelta de la Supercopa celebrado el 17 de agosto. El Madrid tenía diez días para recurrir y después de estudiar toda la resolución con detalle, el departamento jurídico del club ha decidido que no presentarán alegaciones a la sanción que el juez Alfredo Florez le impuso al técnico madridista.
Por tanto, Mourinho tendrá que cumplir esos dos partidos de sanción en la próxima Supercopa que dispute el Madrid y pagar una multa de 600 euros, a abonar por el club, y otra al Real Madrid de 180 euros.
En esa misma resolución se le impuso un partido de sanción a Tito Vilanova y una multa al segundo técnico del Barça de 600 euros y 90 euros al club. El juez de competición estimó como faltas leves, no graves, los hechos acaecidos en el Camp Nou.
Desarrollo. El 19 de septiembre, el juez instructor del caso, Rafael Alonso Martínez, le impuso tres partidos de sanción a Mourinho por "producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo".
El expediente luego paso a manos del juez Florez y fue él quien decidió rebajar en un partido la sanción propuesta a Mourinho, al considerar que ni la condición de técnico del expedientado, ni la entidad de su club, ni la repercusión mediática justifican la aplicación de la sanción en su grado máximo. Además, explica la "inexistencia de lesión o la falta de prueba concluyente en el ánimo de herir por parte del señor Mourinho".
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Ya fue suspendido en la Copa
El 12 noviembre de 2010 Mourinho fue sancionado por el Comité de Competición con dos partidos de suspensión. Fue castigado por la expulsión que sufrió en el partido de Copa contra el Murcia por "dirigirse al árbitro con términos de menosprecio". El técnico portugués se libró de los tres encuentros de castigo por carecer de antecedentes y el Real Madrid, en aquella oportunidad, también decidió no recurrir a la sanción que se le impuso al técnico portugués.



