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Segunda B | Real Madrid Castilla 3 - Tenerife 1

Joselu lidera al Castilla ante un inoperante Tenerife

El conjunto local fue muy superior durante la mayor parte del choque. Juanlu, en dos ocasiones, y Morata anotaron los tantos del Castilla. Zazo hizo el de la honrilla para los blanquiazules.

Joselu lidera al Castilla ante un inoperante Tenerife
Jesús Aguilera

El Real Madrid Castilla ha sumado esta mañana una importantísima victoria al imponerse a un rival directo en la lucha por los puestos que dan acceso al playoff de ascenso a la Liga Adelante. El conjunto dirigido por Alberto Toril fue muy superior a un decepcionante Tenerife, del que se esperaba mucho más tras la buena imagen dada la semana pasada.

Desde el comienzo del encuentro ambos equipos dejaron claro que iban a mostrar dos estilos bien diferenciados de fútbol ofensivo. Tanto Castilla como Tenerife Querían la posesión del balón, aunque con intenciones bien diferentes. Los locales trataban de mantener la posesión y elaborar jugadas largas que, de paso, consiguieran apaciguar los ánimos del rival, que salió mucho más decidido a buscar el marco rival, con un juego más directo.

Pronto fue el Tenerife el que comenzó a crear peligro en el marco rival. Primero con un cabezazo de Kiko Ratón y luego con un gran lanzamiento de falta de Víctor Bravo que Jesús envió a córner con una gran estirada.

Con el paso de los minutos la balanza fue decantándose a favor del Castilla, que siempre fiel a su filosofía fue llevando el juego cada vez más a terreno blanquiazul. El Tete parecía estar cada vez más dispuesto a renunciar a llevar el peso del encuentro, esperando su oportunidad a la contra y confiando en una defensa que hasta el momento solventaba las acometidas blancas. El primer aviso local llegó en el minuto 18, con un disparo de Juanfran desde la frontal que Sergio Aragoneses rechazó con algún problema.

Ninguno estaba haciendo méritos suficientes para conseguir adelantarse en el marcador pero la desgracia se cebó con el Tenerife, al que en el minuto 25 se le señaló un penalti bastante discutible por mano de Kitoko. Juanlu convirtió con frialdad la primera pena máxima a su favor de la que disponía el Castilla esta temporada.

El sirvió de calmante para el Castilla, que se asentó mejor aún sobre el césped. Desaparecieron los errores de pase que habían propiciado las anteriores llegadas del Tenerife, que no se acercó en lo que quedaba de primera parte al marco de Jesús. Morata, aprovechando su buen juego de espaldas a la portería, se estaba convirtiendo en una incómoda molestia para la zaga tinerfeña, que además llegaba al descanso con el peligroso handicap de tener a cuatro futbolistas amonestados.

El Castilla sentencia en 14 minutos

La numerosa afición chicharrera que se dio cita en el estadio Alfredo Di Stéfano esperaba una reacción inmediata de su equipo en la reanudación. Lo que ocurrió sólo minuto y medio después de que los futbolistas regresaran al terreno de juego fue un jarro de agua fría. Morata, tras una gran jugada de Juanfran por banda derecha, hacía le segundo y ponía muy cuesta arriba para los visitantes antes de siquiera de poder comprobar cómo encararían la segunda mitad.

El Tenerife trató de levantarse y, empujado por su orgullo, trató de desembarazarse del dominio blanco. Comenzó a rondar a partir de ahí el área de Jesús, aunque de forma timorata y prácticamente sin ideas. Sólo diez minutos después del gol de Morata el Castilla sentenció el choque con otra buena acción de Joselu, protagonista destacado del choque que quebró a un zaguero y se sacó un duro disparo que Aragoneses llegó a tocar pero, con suspense, fue a parar al interior de su portería.

Con el tanto Calderón decidió mover el banquillo y dio entrada a Nico en lugar de Víctor Bravo. Poco cambió el panorama. El Tenerife había asumido ya una derrota que se había merecido tanto como su rival la goleada que estaba consiguiendo. El Castilla trató de controlar el encuentro a partir del tercer tanto, algo que consiguió durante una buena parte de la segunda mitad, para regocijo de la hinchada madridista.

Según se acercaba el final las precauciones madridistas eran mayores y el Tenerife fue adelantando sus líneas, aunque sin crear peligro. Sólo a diez minutos del final el conjunto visitante consiguió un premio que nunca se mereció cuando, de falta directa, Zazo batió a Jesús. El gol espoleó a los isleños, que intentaron aplicarse en los últimos diez minutos cual estudiante rezagado. Y a punto estuvo Zazo de meter a su equipo en el encuentro a dos minutos de que se cumpliera el tiempo reglamentario, pero una providencial intervención de Jesús evitó sufrimiento a la parroquia merengue.