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Kaká

"Mou lo tenía todo para ayudar a matarme..."

'RealKaká'. Así se llamó el programa especial que emitió ayer Realmadrid TV, con una amplia entrevista con el brasileño, que ha vuelto a su mejor versión futbolística...

Realmadrid Tv
Kaká.
realmadrid.com

¿Llegó a llorar cuando las cosas le salían mal?

Muchas veces, porque no entendía la razón. Busqué un perfil clásico de atleta. Dormir bien, cuidarme... Pero luego jugaba y las cosas no salían. A veces jugaba y luego, al llegar a casa, me entrenaba yo solo para ver si físicamente volvía a tener una buena condición. Hoy, el fútbol es muy exigente en la parte física, si no, te comen los rivales. Ahora se ven los frutos de ese trabajo.

¿Ha vuelto definitivamente su sonrisa?

Estoy disfrutando otra vez del fútbol. Antes, el campo era muy largo, lo veía todo difícil y entonces no era un placer. Ahora vuelve a serlo.

¿Quiere devolver la confianza que le han dado?

Se habla de la deuda que tengo con la afición. Yo quiero triunfar para esas personas, por los que siempre han creído en mí: mi familia, amigos... Todo lo que estoy haciendo es para que esas personas tengan la alegría de verme jugar bien otra vez. Quiero volver a ser un jugador decisivo. Que al llegar al final de la temporada, digan que ha merecido la pena.

¿Y Mourinho?

Sólo puedo hablar cosas buenas de él. Tenía todo para ayudar a matarme. Un jugador que tiene una gran responsabilidad, que no está bien, lo vendemos, traemos a otro, no es un jugador que he traído yo... Tenía todo, y al final siempre me ayudó. También se habló mucho de lo que la Prensa decía. Es normal en el fútbol que el entrenador tenga confianza en los jugadores, pero esta confianza se gana en el campo y en los entrenamientos. Yo creo que me estoy ganando la confianza del entrenador poco a poco. Ha sido muy difícil, porque tuve entrenamientos que para mí eran un desastre. Nunca fue un problema de él, sino mío. Y al final siempre se quedó conmigo, me decía las cosas, me ayudó, me llamaba, me decía: 'Paciencia, tranquilo'.

¿Cómo ha sido su lucha para volver a jugar?

Lo que me motiva es el sueño de jugar en este equipo. Todos queremos ganar aquí, pero quiero disfrutar jugando. El primer año tuve problemas de pubis y luego la gente dijo muchas cosas sobre el Mundial. El segundo fueron los problemas con las rodillas y las dudas en torno a mí... En verano me podía haber ido, intentarlo en otro club, otro campeonato, pero me senté con el míster y me dijo que quería contar conmigo y Florentino igual. El presidente me preguntó un día cuál era mi problema aquí y le dije que era yo. Físicamente no me encontraba bien en el campo, las cosas antes me salían de manera dinámica y natural, y pasé a ser demasiado estático, previsible.

¿Qué le querría decir al madridismo?

Quiero agradecerle su apoyo. La gente siente el equipo y el madridismo está con el club porque nota que tiene una gran plantilla y entrenador. Contra el Rayo recibimos un gol a los quince segundos, pero la gente sintió que el equipo quería remontar y se puso a ayudar y gritar, comenzando una nueva racha de victorias.

¿Cómo es el vestuario del Madrid?

Es fenomenal, hay un ambiente muy bueno. Yo, por ejemplo, me llevo bien con Carvalho, pero eso no quiere decir que no me lleve con los españoles. Hay unos que son más próximos que otros, pero en general todo es genial, existe mucho respeto. Al final bromeamos con los rumores que dicen que nos llevamos mal. Si el Madrid al final de la temporada triunfa, verán que el vestuario es muy fuerte.

¿Qué le parece Özil?

Fenomenal, no tenemos problemas en jugar juntos, es muy inteligente. Es ya una realidad, pero todavía tiene un futuro grandioso. Es elegante, tiene visión de juego, se equivoca poco y eso es algo muy positivo.

¿Y la selección brasileña?

Tengo objetivos personales. En un principio, el primero es volver a jugar y tener continuidad de buenos partidos. Merecer volver a la selección es otra de mis metas personales.

¿Está cerca la conquista de la Décima?

El equipo está fuerte mentalmente para ganar la Décima. El año pasado ya logramos la Copa del Rey, pero esto lo veremos al final. Veo al equipo muy maduro para ganar cosas importantes.

En lo personal, ¿cómo se define a usted mismo?

Soy muy sincero, honesto y, aunque pase por momentos de tristeza, intento ser alegre. Mis valores son la familia, los amigos... Cuando estás en un nivel muy alto es fácil que la gente quiera estar contigo. Pero cuando lo pasas mal, sabes quién es el que de verdad quiere estar a tu lado.

¿Qué le hace disfrutar?

Jugar al fútbol, entrenarme todos los días y, aunque las concentraciones a veces son difíciles, si te las quitan las echas de menos. Estuve seis meses sin concentrarme y lo extrañé. También me gusta estar con mi familia, mujer, hijos. Lo de los hijos es increíble, un amor incondicional que no se tiene hasta que ellos nacen.

¿A qué se habría dedicado si no fuera futbolista?

Siempre quise serlo. Jugaba al fútbol sala, al grande... Con 15 años, me dije que todo iba a ser secundario, hay que ir hasta el final y ser jugador de fútbol. Si no, hubiera sido lo mismo que mi padre, ingeniero.

¿Y sus problemas de crecimiento?

Con doce años todos los niños eran mucho más altos que yo y después de unas pruebas vimos que llevaba dos años de retraso en la edad ósea. Ante eso sólo se puede esperar.