Liga BBVA | Racing
"Nada es imposible"
El señuelo que les pone delante a sus futbolistas es el de intentar la machada en el campo del campeón. Allí donde nadie les exige nada. El técnico verdiblanco, sin embargo, mira más adelante: quiere cambiar la cara de un equipo que, aunque disciplinado, ha pecado de lento y previsible.
Héctor Cúper no da por perdido el partido frente al Barcelona. O eso, al menos, es lo que quiere hacer creer a sus futbolistas. Ayer, justo antes de comenzar una sesión táctica en la que (por fin) se empezó a trabajar en la modificación de los defectos que están haciendo al Racing un equipo ultradefensivo y sin salida de balón, el técnico argentino reunió a sus jugadores a su alrededor y les soltó: "Nada es imposible".
Si no fuera porque las botas Adidas que calza se las tuvo que comprar él mismo este verano en Alemania, parecería que Cúper sigue el famoso lema de la marca de las tres rayas para activar a su plantilla ante el reto de plantar cara a los de Guardiola. "¿Quién me va a quitar a mí de pensar que puedo puntuar?", les dijo en otro momento de la alocución. La historia reciente, una victoria, dos empates y 19 derrotas en los últimos 30 años, no anima al optimismo, pero bueno es que el míster se emplee a fondo para convencer a los suyos.
Retoques. Para lograr dar la campanada, el argentino planteo ayer sobre el césped, en algún caso parodiando el comportamiento premioso de los suyos a la hora de moverse en el campo, las modificaciones que quiere implantar ya (y que 'off the record' venían reclamando muchos jugadores).
El resumen de la larga charla, y de la hora posterior de ejercicios, es que busca un equipo situado, sin balón, más arriba, más junto y más rápido, y que cuando recupera la pelota no debe correr riesgos en campo propio. El pasado domingo, tras el partido, Cúper entonó el mea culpa al asumir la responsabilidad del fiasco de la primera mitad: "Les pedí que hicieran cosas nuevas". Y es cierto, les pidió, más o menos, lo que empezaron a entrenar ayer sólo que sin haberlo trabajado antes. Salió mal, claro. Como no quiere que le vuelva a suceder, parece que tiene previsto acentuar la carga táctica en las sesiones de estas dos semanas.
Por lo visto esta vez, el equipo estará más junto ya que las dos líneas de cuatro, defensas y medios, adelantarán 10 metros su posición (ningún suicidio, simplemente salen de la cueva) y se juntarán a los dos delanteros. El orden visto hasta ahora, sólo, no le sirve, quiere además agresividad, "todo lo hacemos al mismo ritmo", les repitió. Además, y especialmente en Barcelona, cuando se recupere en campo propio, no quiere pases cortos de riesgo: diagonales automáticas por sistema a la espalda de la defensa rival. Y a correr. El que pueda.