"En el Arsenal se verá si estoy para la Selección"

Cómo fueron las últimas horas como jugador del Everton?

Hubo mucho estrés, incertidumbre. Durante tres horas estaba en el Arsenal. Luego, a las seis, dije: 'ya se ha roto todo'. Y a las ocho y media de la tarde se repite todo de nuevo. Se reactivó el tema y no había tiempo de hacer una revisión médica. Me fui a las oficinas del club y desde ahí le dije al Arsenal que confiaran en mí, que si encontraban algún problema médico era responsabilidad mía. Y a las once y diez de la noche estábamos enviándonos faxes y va la máquina y se estropea. Pero al final, todo salió bien

¿El entrenador David Moyes entendió su situación?

Renové después de un interés previo del Arsenal pero el proyecto del Everton está estancado. El entrenador me lo reconoció, me dijo que no tenían recursos, que no me podía prometer jugar en la Champions ni competir para ganar trofeos. Que estaba muy agradecido por lo que había hecho por él.

Al aficionado eso a veces le cuesta entenderlo

Cuando nos llegó la oferta del Arsenal el 31 de agosto, Moyes me miró a los ojos y me dijo: 'te quieres ir, ¿no?'. Y le dije que era mi oportunidad. El club recibía también una inyección de dinero. Me he ido como me quería ir, me he despedido de todos. Era lo mejor para las dos partes.

¿Cómo es el vestuario del Arsenal?

He dejado atrás el mejor vestuario en el que he estado nunca, sin duda alguna, con cachondeo, con muchísimo carácter. He llegado a uno que no sabía cómo iba a ser, con muchas nacionalidades, más idiomas, gente más joven. Y me he llevado una sorpresa muy agradable. Tengo amigos brasileños en el equipo, con Benayoun ya nos conocíamos, Mertesaker es una alemán divertido.

Le toca liderar a un grupo joven y que ahora está con dificultades.

Hay que tener cuidado en la forma de liderar, no puedes llegar el primer día avasallando. Simplemente puedes aportar a gente más joven algunas de las cosas que has vivido, intentar guiarles, quitarles presión. Pero recuerda que estos han estado jugando en el Arsenal con 16 años, conocen el percal mejor que yo.

Arsene Wenger a veces parece un profesor, otras un padre.

Me ha sorprendido el mensaje que tiene, superdirecto. Confía totalmente en los jugadores, en el talento del futbolista. Le gusta que nos dejemos llevar por la intuición y a eso aplica un poco de organización. Tiene muy claro que por encima de todo hay que jugar bien para ganar. No aburre al jugador con 40 cosas, te dice 6 o 7 mensajes en un partido y ya está. Luego eres tú el que tiene que responder. Su comunicación va dirigida a lo técnico, pero también hacia lo humano, la motivación. Es un entrenador diferente a los que he tenido.

¿Tiene la sensación de que la sombra de Cesc Fábregas es muy alargada?

No estoy aquí para sustituir a Cesc. Si me propongo eso, va a salir mal. Llevo tres semanas aquí y él estuvo siete años. Tengo una personalidad que seguramente es diferente a la suya. Me confundiría si quisiera intentar ser igual o mejor que él. Debo encontrar mi camino, mi estilo. Cesc era el mejor jugador del Arsenal y uno de los tres mejores de la Premier League. No tengo como meta llegar a ser eso, sino intentar alcanzar mi máximo nivel como futbolista y ayudar como pueda al equipo.

¿Le queda la espina clavada de la Selección con la que no ha debutado todavía?

Me hubiera gustado jugar con la Selección, claro que sí. La competencia es durísima pero no descarto nada. Estando en la Champions, con el Arsenal, se podrá ver si mi nivel sirve para la Selección o no. 

Debutó con el Arsenal en Europa y en el Emirates, un estadio muy bonito pero muy callado.

El estadio es un espectáculo. Está claro que el club ha tenido una fase de uno o dos meses de dificultades y ha habido mucha gente que se ha desilusionado. Saldremos de esta, competiremos por todo. Somos nosotros los que tenemos que darle al aficionado razones para que se vuelva a reenganchar.