"El objetivo es parar la sangría atrás"

Tras diez partidos oficiales el Villarreal ha recibido 16 goles en contra. Una cifra que deja en evidencia cual es el principal problema. Los de Garrido reciben de media 1,6 goles, lo que les obliga a marcar mínimo dos goles para puntuar y tres para ganar. En sólo dos choques oficiales, los amarillos han sido capaces de mantener la portería a cero, lo que está creando dudas en el entorno del Submarimo.

Por ello, el mismo técnico aseguró que "sabemos que debemos cambiar esa dinámica y estamos trabajando en ello". Apuntando a su vez que "los rivales nos hacen mucho daño con muy poco". Con ello, otro de los que reconoce es que hay que mejorar atrás es Diego López. "Los rivales nos marcan con facilidad y así es complicado lograr resultados", explicó el guardameta. Algo que también reconoce Catalá quien admitía que "no es normal los goles que nos hacen. Vamos a trabajar durante el parón para parar la sangría atrás. Cuando lo consigamos, las cosas cambiarán a mejor".