Goles y puntos de sutura

La última vez que el Real Mallorca remontó un marcador adverso para acabar ganando el partido fue el pasado mes de marzo, en Cornellá-El Prat donde se impuso por 1-2 al Espanyol. Desde entonces, cualquier marcador en contra suponía para los de Laudrup una montaña insalvable hasta que ayer el equipo balear solventó de una tacada esa estadística, también la de volver a marcar goles, la de volver a ganar y la de respirar un poco cuando más tensión se estaba acumulando en todas las áreas del club.

No obstante el pánico ya se había apoderado de todo el entorno mallorquinista cuando al cuarto de hora de iniciado el partido, Agirretxe adelantaba a los donostiarras con un gol 'estilo Raúl' que hizo temblar a la poco poblada grada de Iberostar Estadi.

Pero era el día para romper malos farios y hasta Víctor Casadesús se reencontró con el gol para igualar cinco minutos después. Al Mallorca se le intuía interés, también ganas, pero al mismo tiempo temor ante la posibilidad de volver a equivocarse y caer en los mismos errores que le habían llevado a colocarse por debajo en el marcador. Y esos temores los detectaba la Real que, sin embargo, no era capaz de aprovecharse de ello como lo demostró su excelente puntería... a los palos. Hasta tres veces estrellaron el balón en los postes Carlos Vela, Xabi Prieto y Agirretxe en tres acciones que en condiciones normales hubieran acabado en gol solventando el partido a su favor, pero los aliados de Aouate le guardaron bien las espaldas al meta israelí que, una vez más, fue el mejor del equipo bermellón.

Remontada.

Al descanso se llegó con empate en el marcador y a los tres minutos de la reanudación un rechace en el área de la Real Sociedad le llegaba al Chori Castro a la frontal para conectar un buen disparo con el exterior del pie que le sirvió para batir a Claudio Bravo y darle así los tres puntos a su equipo que sufrió hasta el final para mantener el resultado.

Habrá quien piense que esta victoria es balsámica para Michael Laudrup, aunque la realidad es que el problema del danés no está en los resultados sino en su relación con Serra Ferrer, por lo que los resultados no son más que una excusa para lo bueno y para lo malo.

Al final ganó el Mallorca y ganó Laudrup, pero la Real Sociedad mereció algo más de no ser por la gran actuación de Aouate y los palos. El Mallorca respira sumando seis puntos mientras que a la Real Sociedad, la derrota no le supone ningún trauma clasificatorio, aunque duele estrellarse repetidamente en los postes ante un equipo que estaba contra las cuerdas en varias fases del partido.