Roberto sujeta el empate ante un Málaga sin gracia

Roberto dejó al Málaga sin liderato y le sumó un punto sabroso al Zaragoza. Le sacó un gol de dentro a Seba Fernández, ya sobre la hora, en una de las pocas acciones en las que dio señales de vida un Málaga contemplativo, que pagó la fatiga o no encontró el paso. El Zaragoza, inferior de arranque, fue afianzando su postura, equilibró la dinámica, le puso actitud y tuvo sus ocasiones. Y un gol anulado. Pero al final, nadie pudo reclamar contra el resultado.

El Zaragoza tiene una declarada tendencia a ceder la pelota y el territorio, a invitar a los contrarios a dirigir el partido. El Málaga recibió la sugerencia, pero sin convicción. El único que lo afiló un poquito fue Joaquín, que le cruzó a Van Nistelrooy una pelota y lo dejó frente a Roberto. El portero anticipó bien la salida y hasta dos veces repelió la tentativa.

En un partido tan equilibrado, la cuenta de ocasiones fue escasa, pero Postiga contó las mejores para el Zaragoza. Le negaron dos fueras de juego falsos... y uno fue gol. Se durmió en otra frente a Caballero, dando tiempo a Demichelis a cruzarle el cuerpo. Y no alcanzó una falta combada de Luis García. Postiga hace cosas, pero se le escapa lo decisivo.

Ritmo premioso. Al Zaragoza le costó menos defenderse que atacar. Salvo al final, el ritmo del Málaga fue premioso, así que ni el prematuro cambio de Mateos deshizo al equipo de Aguirre. Lanzaro cumplió, como suele. La calidad andaba desconectada y la velocidad, al mínimo: Juan Carlos, Luis García, Cazorla, alguna cosita de Joaquín, poco de Baptista, nada de Van Nistelrooy.

El partido apenas se animó en el último tercio. Juan Carlos le cambió el paso con un par de acelerones y un caño a Sergio Sánchez. Y Joaquín le siguió al otro lado. Por fin las bandas. Pero ninguno encontró socios para sus travesuras y Pellegrini quitó a Joaquín y Baptista. Eso sí, Seba Fernández e Isco se justificaron, contra un Zaragoza que había agotado toda su pólvora. Lo salvó Roberto, en una combinación de los dos revulsivos malaguistas: llegada por fuera y centro de Isco, cabezazo abajo de Seba Fernández y un vuelo raso de Roberto para dejar el empate.