El Sevilla gana al fútbol..., y al otro fútbol al Valencia

El Sevilla ganó ayer al Valencia a un fútbol..., y al otro. Al fútbol hasta el minuto 67, cuando Muñiz Fernández, que ya había expulsado a Trochowski con el reglamento bien cogido debajo del brazo, le sacó la roja a Escudé por agarrar a Aduriz, que iba a fusilar a Varas. Al otro cuando, después de que Banega lanzase el penalti contra el poste, se agarró con nueve a su gente y a la astucia de Spahic, perro viejo, para equilibrar el partido con la roja a Aduriz. Pero al fútbol el Sevilla también arrolló. Jugó sesenta minutos casi perfectos. Feliz con su papel de lobo escondido el día del Barça, al que aguantó y reventó al contragolpe, el Valencia enseñó sus miserias con el balón. Justo lo que le pasa al Sevilla. A eso, el único rey es el Barça. Marcelino le dio la pelota a Emery y el Valencia la perdió. La perdió tanto que Kanouté marcó en el minuto cinco pero Muñiz Fernández anuló (mal) el gol después de la chilena de Negredo. El Sevilla calcó la jugada varias veces más hasta que el cándido Víctor Ruiz se olvidó de la cartera y Navas fabricó con Kanouté el gol que decidió el partido. Navas, enorme, cabalgó hasta que el futbolista que mejor lo entiende le marcó los tiempos del pase. El control y la definición de Kanouté le etiquetan como jugador gigante. El Pizjuán, que se caía cuando se marchó sustituido, ya no sabe cómo agradecerle tantos días de gloria.

El Valencia, en mitad del sandwich Barcelona-Chelsea, encontró lo que menos quería en Nervión. Un partido de intensidad y pierna fuerte. Nada de transiciones dulces. Y no pareció preparado para tanto. El Sevilla tiró ayer muchas crónicas de Pamplona a la basura. Jugó un partido en el que enseñó todo aquello que se le había reprochado no tener: tuvo patrón, supo a qué jugaba, demostró amor propio, le puso intensidad y control. No pareció un equipo gastado a incorregible, sino ilusionado y hambriento como su entrenador. Marcelino se sabía la lección. Emery, sin embargo, debió marcharse frustrado. El Valencia fotocopió el partido que ha jugado las últimas temporadas en Nervión. Y a pesar de un Varas extraordinario, fue inferior a un Sevilla de vuelta. Al fin, ilusionante.

Marcelino: "Orgullosos del equipo"

"Tenemos que estar orgullosos del equipo, de los futbolistas y de la afición. Ojalá seamos capaces de repetir actuaciones como las de hoy. Así se escaparán muy pocos puntos en este estadio. Ni Málaga, ni Real ni Valencia nos han creado ocasiones de peligro en casa jugando once contra once. Hay una implicación grande de todo el equipo y ha sido el día de mayor claridad a nivel defensivo. Esta grada da muestras de apoyo cuando el equipo le da".

Emery: "El Sevilla es justo ganador"

"El Sevilla ha sido un justo ganador. Hemos usado tres centrales ante dos delanteros muy peligrosos. Los problemas de la primera parte han sido las pérdidas de balón. Hemos estado desacertados. Ante tantas pérdidas y el Sevilla se aprovechó de una y nosotros estuvimos mal. En la segunda parte estábamos como queríamos y llegaron las expulsiones y el penalti. Con 30 minutos y un penalti fallado, ha sido mérito del Sevilla que ha sabido defenderse bien".