El partido del miedo

Athletic y Villarreal son, por el momento, dos de las grandes decepciones en el arranque liguero. Lo de los leones, en plena reforma, es más grave por haberse sumergido ya en la cola. Al Submarino Amarillo le queda la excusa de haberse quitado el Camp Nou, pero lo hizo de una manera impropia de su potencial. El de hoy es el partido del miedo, el que pierda quedará tocado. Los locales, porque quizás ya se arme la marimorena en torno a Bielsa, a quien le urge ganar ya crédito. El Villarreal se descolgaría de la zona alta y le supondría un palo gordo en lo anímico de cara a su visita el martes a Nápoles, donde se juega seguir o no en la Champions tras el meneo que le pegó el Bayern de Heynckes.

Sería suicida que los leones se presentasen tan a pecho descubierto como lo hicieron ante el Betis en su anterior cita en La Catedral. Si Pereira y Jefferson Montero les sacaron los colores al contragolpe, Rossi y Nilmar podrían hacer una sangría, porque además de ser unos bólidos tienen puntería. Tomarán precauciones.

La clave bilbaína es encontrar por fin la vía para depositar balones de gol a Llorente y que éste tenga un día certero. El riojano dice sentirse cada vez mejor y habrá que creerle. Lo peor del Villarreal hasta la fecha es su fragilidad defensiva. Muniain jugará con el puñal en la boca para hurgar en ella.

La pausa.

El Athletic siempre ha jugado con un estilo directo ante los amarillos y hoy probará una mezcla de presión y toque. Javi Martínez vuelve al eje del centro del campo porque Amorebieta recupera puesto en la línea de zagueros. San Mamés tiene pánico a este día, pero también cree hoy puede acabar su pesadilla.