Liga BBVA | Atlético de madrid 4 - Sporting 0
Falcao es una ganga
Exhibición del Tigre con dos tantos y medio (autogol de Lora). Iturralde le quitó el hat-trick con un error absurdo. El Atleti se dispara El Sporting, flojísimo.
Cuenta la leyenda que en el barrio donde creció Falcao prohibieron los perros pequeños porque el niño, al verlos, los pateaba. Cuenta la leyenda que la madre del Tigre jamás le dijo 'corre a por el pan', ella utilizaba 'salta a por el pan'. Cuenta la leyenda que las chicas del instituto del colombiano tardaron mucho en atreverse a besarle porque el chico, al acercar las caras, cabeceaba. Cuenta la leyenda que Iturralde, al ver al delantero marcar un gol incontestable nada más empezar el partido, decidió anularlo sin motivo porque, al fin y al cabo, ya marcaría dos más luego. Cuenta la leyenda que cuando el Atleti pagó 40 millones por él, la reacción general fue asegurar que era carísimo y... Vale, esta última leyenda es inverosímil. Visto lo visto, Falcao es una ganga.
El colombiano comenzó el partido ante el Sporting donde lo dejó el domingo contra el Racing: aterrorizando rivales. Por fortuna para los gijoneses, Iturralde había llegado al Manzanares con ganas de verse después en los resúmenes de las teles. A los 6 minutos, Falcao se plantó en el área listo para rematar (en realidad, siempre está listo para eso, pero permítanme la licencia) y Botía le derribó sin disimulo. El que disimuló fue el árbitro que, en vez de pitar, se fue silbando. Un minuto después, córner desde la izquierda y El Tigre (que no salta, vuela) cabecea a gol arrollando a Salvio en el camino. Ante el alucine general, Iturralde lo anuló por mano que no era, falta inexistente o porque a él le dio la gana.
Pese a la doble frustración, el Atleti no se inmutó. Manzano había decidido rotar a lo bestia, cambiando el mediocampo entero y si no fue lo mismo, fue parecido. Sin Mario Suárez para dar una salida limpia al balón ni Diego para inventar después, al Atleti le faltó algo de fluidez en los primeros pases. Pero una vez que el balón le llegaba a Arda o a un inspirado Salvio, el peligro se sucedía. Hasta el minuto 35 el Sporting no se acercó al área de Courtois.
Para entonces Falcao ya había provocado el primer gol (su remate demasiado cruzado lo metió Lora en su portería al intentar despejar) y había demostrado que esta temporada con el Atleti habría que recurrir a la terminología del hockey-hierba y hablar de penaltis-córner. Entre los saltos inverosímiles del colombiano, dos centrales que van bien por alto y jugadores como Gabi, Arda y Diego que saben ponerla a balón parado, el Atleti ha pasado de ser una madre a un asesino en serie en estas jugadas.
Goleada.
Tras el descanso y habiendo salido vivo de una primera parte horrible, el Sporting se estiró un poco y durante un cuarto de hora demostró que el Atleti añoraba a algunos titulares. Manzano lo vio y metió a Mario Suárez y Reyes y el panorama cambió. Falcao reventó la cruceta en el más bonito de sus diez remates y en el córner consecuente marcó Domínguez. Desde ahí, festival con los dos goles del Tigre (hábil en el primero, impecable testarazo en el segundo) y los ánimos disparados para visitar el sábado el Camp Nou.
En definitiva, todavía no sabemos qué contará la leyenda sobre este Atleti dentro de un tiempo, pero sí lo que dicen hoy los periódicos: que el equipo tiene una pinta estupenda y que su delantero centro es una auténtica barbaridad.