Falcao: un Tigre anda suelto

Tras dedicarse a la observación en Mestalla y dar un primer zarpazo contra el Celtic, Falcao le mostró ayer al Calderón quién es. Y es un goleador como la copa de un pino. Un pino grande, para más señas. Justo lo que necesita de él este Atleti de los jugones, de Diego y de Arda Turan, del toque como forma de vida y la posesión como bien más preciado. Si El Tigre complementa la sutileza general con su contundencia final, el Manzanares se va a divertir este año. Porque por muchos años que hayan pasado desde la última vez, eso es como montar en bicicleta: no se olvida.

El Racing, que llevaba sin perder contra el Atleti desde 2008, descubrió pronto que las cosas han cambiado, que su contendiente ahora sale al campo sabiéndose superior y sin cobardías injustificables. Minipunto para Manzano. Nada más empezar, Diego agarró la pelota como si fuera suya y se dedicó a repartir juego entre todos sus compañeros como un buen base de baloncesto: que todos recibieran su dosis y en las mejores posiciones para hacer daño. Y lo hicieron.

Ante la bisoñez de su defensa y la dimisión de su mediocampo, Toño se vio solo ante el peligro y aguantó como un jabato. Retrasó el primer gol con un paradón a Miranda y luego le salvó la generosidad de Tiago cuando intentó salir a hombros con un pase de pecho a Falcao que no llegó de milagro.

Pero a los 23 minutos se acabó el indulto. Combinación entre Diego, Arda y Reyes, que no afinó bien el pase de la muerte. El balón se le quedó atrás a Falcao. Un buen goleador habría tenido problemas para sacar el disparo, pero un gran goleador encontraría un recurso. El Tigre es lo segundo: zurdazo seco y ajustado al palo. Imparable.

Con la ventaja, el Atleti se desató al ritmo que el Racing se desintegraba. Falcao vio como le anulaban un gol legal por fuera de juego inexistente de Tiago, pero se resarció rápidamente. Osmar pecó de pardillo y arrolló a Diego sin mucha necesidad. Penalti. El colombiano lo marcó con una paradinha calcada a las de Pelé. Podría tirarme el farol y dejarlo ahí, pero lo cierto es que me lo chivó Alfredo Relaño mientras lo veíamos. Toño limitó la hemorragia con dos grandes paradas a Lorrematotodo Falcao y a Tiago antes del descanso.

Festival. Con el partido en el bolsillo, Manzano quitó a Diego, con molestias leves, y le dio el mando a Arda, que demostró que puede asumirlo sin problemas. El Atleti ha fichado muy bien este verano. El turco se inventó un pase fabuloso entre un bosque de piernas para que Falcao, picadita, cerrara su hat-trick. Y siguió luciéndose hasta cerrar la tarde con un centro perfecto a Adrián, que le hizo honor con un cabezazo incontestable.

Me gustaría contarles algo más del Racing y de Courtois, que hasta cuando no le tiran da sensación de porterazo, pero lo cierto es que la presencia de ambos fue testimonial. Estaban allí y aguantaron 90 minutos porque no tenían más remedio. Todo lo contrario que la afición rojiblanca, que se hubiera quedado un buen rato más, disfrutando del regreso del fútbol. Tendrá más ocasiones porque el Calderón va a ser terreno peligroso para visitas. Al fin y al cabo, un Tigre anda suelto.