Getafe-Rayo, nuevo derbi madrileño en Primera
El honor de ser el tercer equipo de Madrid, en juego.
Getafe-Rayo. Suena bonito, es inédito. Por primera vez en la historia de la Liga (desde 1929), Madrid tiene cuatro equipos en Primera. Por primera vez, Getafe y Rayo se verán en la máxima categoría. Son dos clubes dispares, entrañables para los suyos y para madridistas y atléticos también. Nunca se han llevado mal y bien llevan tener que defender mañana el honor de ser el tercer equipo de Madrid.
Por presente, el honor le corresponde al Getafe. Lleva ocho temporadas consecutivas en Primera, estancia que nunca pudo prolongar el equipo vallecano.
El pasado, en cambio, es del Rayo. Su primer ascenso fue en 1977. Vallecas (casi 500.000 habitantes), barrio obrero de la capital, paladeaba la democracia y el pueblo hervía con su Rayito, como todavía se le llama cariñosamente. Fue entonces cuando se ganó el apelativo de Matagigantes y fue creciendo a nivel institucional, creando secciones de béisbol, balonmano, baloncesto, hockey patines, hockey hierba y tenis de mesa.
Eran tiempos en los que el actor Alfredo Landa acudía a Vallecas "sólo para ver a Potele", y en la grada más que bufandas y banderas se sacaba la bota y se comían gachas.
Con la democracia también crecieron barrios de extrarradio, ciudades dormitorio como Getafe que hoy tienen 200.000 habitantes, más que San Sebastián y casi como A Coruña. Cuando el Rayo subió por primera vez, el Geta estaba en Segunda B. Hace un par de años era al contrario, y el Getafe hoy es uno de los clubes mejor instalados en Primera, con presente, saneado económicamente y con futuro.
El duelo más famoso entre ambos fue precisamente el de 1977. Era la última jornada, y con el empate el Rayo ascendía y el Getafe salvaba la categoría. Aquel Getafe era el predecesor del actual. Empataron (1-1) y el público cantaba "que se besen, que se besen".
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En su modestia, ambos esconden nombres ilustres. Luis Aragonés jugó en el desaparecido Club Getafe Deportivo antes de pasar a las categorías inferiores del Atlético, en 1958; Di Stéfano fue entrenador del Rayo y Bernabéu nombrado socio de honor. Además, compartieron a Felines como entrenador, y luego a Míchel.
En el gráfico adjunto, la similitud es palpable aunque con ligera ventaja para el Getafe. Mañana, ambos jugarán para ganar y ganarse el honor de ser el tercer grande de Madrid. El más antiguo no, ese es el Carabanchel (1916), y su campo, La Mina, el más añejo de la capital, también de 1916.
