Barça: le marcan mucho para lo poco que le llegan

Si por algo se caracterizó el Barcelona la pasada temporada -más allá de por su juego bonito, que también- fue por los pocos goles que concedió. Terminó la Liga con tan solo 21 tantos en contra. Sin embargo, desde que ha empezado el curso 2011-12, la tendencia ha cambiado bastante.

El equipo de Guardiola sigue ofreciendo un gran fútbol, pero está recibiendo demasiados goles teniendo en cuenta las pocas veces que le llegan los rivales a portería. Se vio claramente ante Milán y Real Sociedad. Los italianos se plantaron tres veces ante Valdés y marcaron dos goles. "Tuvieron dos oportunidades y media y marcaron dos veces", reflexionó Guardiola al término del partido. Los tantos fueron, probablemente, errores de concentración, desconexiones puntuales, a tenor de los minutos en los que llegaron: el primero de Pato fue a los 24 segundos y el empate de Thiago Silva, en el alargue.

Frente a la Real Sociedad ocurrió un poco lo mismo. Tras ponerse 0-2, el equipo desconectó y la broma le costó muy cara: en tan solo dos minutos, el conjunto vasco empató el encuentro y se vivieron situaciones poco habituales en el Barcelona, como el despiste de Valdés que, de espaldas al juego, a punto estuvo de recibir el gol más cómico del año. De hecho, la desconexión de Anoeta recordó a lo ocurrido el año pasado en la Champions frente al Arsenal, cuando los gunner dieron la vuelta al choque en cinco minutos locos.

Excepciones. El denominador común de los dos últimos encuentros (despistes, errores, etcétera), no fue tal en los duelos ante Villarreal y Oporto. Los amarillos dispararon una vez a portería y se marcharon con cero goles a favor y cinco en contra. Y frente al Oporto, en la final de la Supercopa de Europa, el Barça mantuvo su portería a cero (los portugueses remataron dos veces), lo que le valió para levantar el trofeo de campeón.