Santa Cruz
"Todavía queda Roque Santa Cruz para rato"
Santa Cruz llegó hace poco a Sevilla, pero ya le asedian mientras pasea por el barrio que lleva su apellido. Un ídolo maduro que espera renovar su estrella en el Betis.
Lleva tres semanas aquí. ¿Cómo le tratan en el vestuario bético?
Es fácil adaptarse a este grupo. Está formado por jugadores sanos, simpáticos y que me han dado pronto confianza.
Viene de un vestuario, el del City, repleto de estrellas. ¿Cómo cambió el chip?
No tuve que cambiar el chip porque del Betis me interesaba más la afición y la filosofía del club, y éste equipo juega bien, tiene la pelota y se crean oportunidades. Tomé la decisión correcta al venir y espero estar mucho tiempo aquí.
¿Se ve de titular en Bilbao?
Me hace ilusión jugar, pero no sé si estoy para 90 minutos aún, no sin sufrir... Creo que la semana que viene estaré al 100 por cien. Me saldrá más natural el fútbol que quiero.
Ha habido dudas sobre su condición física. ¿Le queda aún fútbol del bueno?
Por ahí han hablado de las lesiones, pero siempre supe recuperarme y levantarme: todas me hicieron más fuerte, intenté mejorar en cosas que me faltaban. Ahora, estar a un nivel físico óptimo me ayuda a evitar nuevas dolencias. Encontré estabilidad en una familia joven, tengo tres hijos, llevo una vida sana... Queda Roque Santa Cruz para rato. Tengo sólo 30 años y pienso que todavía lo mejor de mi fútbol está por venir.
Queda ya lejos el Bayern, a donde llegó con 17. Allí, por ejemplo, ganó una Champions ante el Valencia, en Milán.
No llegué a jugar la final contra el Valencia, no salí del banquillo. El estadio explotaba, la presentación del partido es un recuerdo maravilloso. Pero hay momentos con el Bayern que para mí tuvieron más trascendencia que aquel encuentro, porque aunque ganáramos en los penaltis éramos bastante favoritos. De Múnich, me quedo con que jugamos cinco finales y ganamos dos Bundesligas en el último partido.
Ocho años estuvo.
Sí. Es difícil no estar contento en el Bayern. Cuidan a los jugadores, los hacen patrimonio del club. Son como tu familia y si quieres acabar allí tu carrera, te mantienen. Pero cuando lo pasé mal por las lesiones dije a Uli Hoeness (entonces director general y hoy presidente del club bávaro) que quería cambiar de aires. Ellos me pusieron un precio asequible, pero era demasiado alto para el Betis entonces... Y me contrató el Blackburn inglés.
O sea, que es verdad que negoció con Lopera.
Sí, hace cuatro años. Me reuní incluso con él. Lopera me pareció simpático, por sus anécdotas... Hablaba de sus jugadores. En el cara a cara me cayó bien.
¿Le ha marcado algún compañero durante estos años?
Me encantaba jugar con el Toro Acuña, que ustedes conocen bien porque estuvo en España (Zaragoza, Deportivo y Elche). El Toro sigue jugando (a los 39 años) en Paraguay, es un fenómeno. El Toro tiene personalidad y aparte de eso era un pasador increíble. Me he divertido mucho con él en la Selección paraguaya.
¿Algún gol preferido?
Todos los goles te dejan algo, pero me quedaría con el que sirvió para derrotar a Argentina por primera vez en partido oficial. Tenemos mucha rivalidad con los albicelestes y significó mucho para la gente de Paraguay.
Se le nota muy implicado con su Selección. Con ella, por cierto, ha conseguido viajar a tres Mundiales.
Paraguay vive mucho del fútbol y me gusta haber participado de esas alegrías para mi país. Es importante jugar tres Mundiales seguidos. También llegar a cuartos y hacerlo bien contra España en el último, disputar la final de la Copa América... La gente allí se contagia de lo que haga su Selección.
En Alemania 2006 le nombraron 'hombre más guapo' por encima de Beckham y Cristiano, nada menos. ¿No se le subió a la cabeza?
Lo único que se me subió a la cabeza fue: 'Vaya bromas que me van a gastar mis hermanos'. Parece más bien broma que te pongan por delante de dos jugadores así. Igual a otros les viene bien para la confianza, pero a mí no me interesa. Estoy contento con mi carrera y de cómo soy, pero no tardo mucho en peinarme. Lo hago de corrido y salgo pronto del vestuario.
Eso dicen, que no es de Prensa rosa.
Siempre me protegió mucho mi familia y no soy de vivir o relacionarme con la Prensa. Nunca he tomado en cuenta demasiado las críticas o los elogios. Eso es para los hinchas. Creo que es el propio jugador el que mejor sabe si lo hace bien. Cuando estoy mal soy el primero en enterarme.
Pepe Mel no le ve mal, al contrario... Todo son piropos. ¿El hecho de que su actual técnico fuera delantero le puede ayudar a rendir más?
Pues no sé. Sí es cierto que, al menos, me va a criticar con más criterio. Pero lo fundamental de Mel es que me dio confianza para jugar aquí, fue importante para que quisiera venir al Betis.
Será el tercer delantero paraguayo en el Betis. Tras Virgilio Ferreira y Diarte.
El fichaje de Ferreira por el Betis sonó mucho porque en esa época era de los que más destacaba en Paraguay, en Cerro Porteño. Y Diarte era muy querido... Al Betis siempre se le tuvo en mi país como un equipo tradicional de España.
¿Qué espera de la Liga? ¿Es más de Madrid o Barça, de Messi o Cristiano?
Messi es el ídolo, aunque a Cristiano me he enfrentado y es un fenómeno: ni pegándole se echa atrás. Y estoy deseando conocer la cultura futbolística española.
¿Le apasionan más cosas, además del fútbol?
Leer (Antonio Barrera, su agente, afirma que tras el partido el domingo devoró un libro entero). Ahora estoy con El Poder, la continuación de El Secreto, de Rhonda Byrne.