Liga BBVA | Valencia 1 - Atlético de Madrid 1
Soldado golpeó, Diego llegó tarde
Un gran cabezazo del ariete dio el triunfo al Valencia. Anodino debut de Falcao. El Atleti mejoró mucho con Diego y Arda. El árbitro enfadó a ambas partes.
El Valencia se encargó de recordarle al Atlético que fichar es más rápido que hacer un equipo. Y eso que los rojiblancos se han tomado su tiempo... Así, el retraso atlético en cerrar su plantilla le tiene tras dos jornadas a cinco puntos de un rival directo y con cero goles en 180 minutos. Emery, que de reinventarse cada verano sabe un montón, pudo marcharse a casa muy satisfecho. Dos de dos para arrancar con Soldado en plan superstar (4 goles ya) y calma ahora para ir acoplando sin prisa a algunos nuevos, como Canales o Parejo. Manzano no tendrá ese privilegio: ni adaptación ni gaitas, Diego y Arda son innegociables desde ya.
El que no disfrutó de un debut muy inspirado fue Falcao, el goleador de los 40 millones. Después de la exhibición vespertina de Agüero con el City, algunos atléticos comenzaron a hacerse cruces. Tampoco es eso. El colombiano es un rematador al que ayer nadie dio un balón que rematar. Ya se los darán. En el resto de facetas, puso más interés que acierto, pero cualquier valoración es muy prematura.
El Valencia dominó de inicio, con el Atleti descubriendo por las malas que una cosa es tener al balón contra el Guimaraes o el Osasuna y otra frente a un equipo de Champions. Albelda, que convierte al ave fénix en un pájaro sin capacidad de supervivencia, impidió que Gabi y Tiago tuvieran tiempo para pensar. Y en cuanto los che recuperaban, atacaban a la velocidad que marca el supersónico Piatti. Domínguez y Miranda no se enteraron en toda la noche. Perea es hoy innegociable. En serio.
De que el 1-0 se retrasara se encargaron Courtois, con sendos paradones a Soldado y Jonás, y un juez de línea de gatillo fácil que anuló un gol legal a Piatti al cuarto de hora. Cada ratito, el Atleti tenía un momento de inspiración, pero entre su disfuncional relación con el gol y que Guaita (mano mágica ante Adrián tras pase genial de Tiago) protagonizó un precioso duelo de porteros jóvenes con su rival belga, la cosa no pasó a mayores.
Tras el descanso, el Atleti amagó con dar un paso adelante y Rami se convirtió en uno de esos mártires de las pelis de acción que se exponen a las balas para salvar a un niño. En la misma jugada, tres remates a bocajarro de Gabi y Falcao se estrellaron contra el francés. Pero el Valencia no se asustó. Miguel, el hombre de los mil disfraces, lo mismo futbolista que bon vivant, villano que héroe, metió un centro bueno que Soldado convirtió en perfecto con un cabezazo imparable. Minuto 52, 1-0 y a Manzano le tocó buscar salvadores en Arda y Diego. Casi los encuentra.
Reacción.
Con los jugones sobre el campo, el Atleti se adueñó del partido. Ambos están aún indisimulablemente fuera de forma, pero el talento que destilan es igual de obvio. El turco puso regate y carácter. El brasileño agarró el balón, regateó, distribuyó y llegó. Un escándalo de futbolista al que González González birló un estreno perfecto cuando decidió obviar un evidente agarrón de Rami. Era penalti y roja. Ay, los árbitros, que paz dan. Se suceden las generaciones y todos son iguales: un desastre.
Así murió el partido, con el Atleti en el área de Valencia demostrando que cada gol le va a costar un mundo. Es justo lo opuesto al equipo del año pasado: juega el doble, golpea la mitad. Lo contrario al Valencia, que es el habitual: vende, compra, duda y Emery lo hace funcionar. Así es él.
El detalle: Del bosque lo vio en el palco
El seleccionador nacional acudió a Mestalla y vio como Soldado marcaba el gol del triunfo local y hacía méritos para volver.